13/7/05

Ultima noche


(Post no mobile). Ya está, esta es mi última noche en saunalandia, no aguanto más este calor, y no tanto por el calor sino por la sensación de cansancio, abatimiento, estar por los suelos.... mañana es mi última sesión de reciclaje y ¡rumbo a casita!.
Hoy el día ha ido estupendamente, aunque la mañana empezó regular, me pusieron con un técnico que no era de los más veteranos (el friki no practicante), y teníamos, además, problemas con el audio del teléfono, con lo cual muchas conversaciones no las pude seguir, además, cuando uno de los jefazos pasaba y no me veía con el teléfono me preguntaba "¿no coges llamadas?", y le tenía que decir "es que suena muy mal y no le dejo al técnico atender la llamada", así que pedí que me cambiaran. Por cierto, mi colega no pudo configurar su móvil Umts para que se conectara a la red Gsm, y eso que lo intentó.
Esta tarde la cosa ha ido mejor, he podido apreciar lo que es el trabajo de un testeador de programas, que eleva a la categoriía de ciencia y de judaísmo amante de la Torá el estudio de un programa y su correcto funcionamiento, un tío que ha hecho de la erudición del software un arte, he estado con uno de los técnicos cuyo cometido era el de probar las primerísimas versiones de uno de los programas que fabricamos.
Por la tarde he recogido a mi padre (que trabaja cerquita), y hemos hecho dos paradas en dos baretos sevillanos excepcionales (uno de ellos la "Bodeguita Romero", donde me he tomado una tapita de ensaladilla que quita er sentío). Eso sí, he llegado a casa y me he puesto a hacer flexiones y en la máquina de escalada (una especie de bibicleta estática pero mucho más cruel), y allí he sudado lo más grande, no dejo de tener sed desde entonces.
Y ya, sin más, me voy a la cama. Una pregunta, queridos hipotéticos lectores, ¿hay alguien ahí?, ¿además de Asturcon y Ally, ¿me lee alguien?, espero que sí.

(Comentario de la foto) Esta foto la saqué a las dos de la tarde, con unos ardientes cuarenta grados sobre el puente de Triana, un señor se estaba bañanado en el río, al parecer valoraba más el estar fresquito que pillar el tifus en las aguas del Ganges sevillano.

Tostadas, calor y obras de metro.


Hoy comencé el día dirigiéndome a la calle San Jacinto, al bar las dos columnas para tomarme un desayuno como sólo aquí saben hacerlos, un cola cao y un mollete con aceite y jamón der güeno. Un mollete es un pan especialmente tierno y rico. Después me esperaba otra mañana de llamadas, esta vez con mi compañero el friki, que por cierto, no es que fuera un experto, y además tuvimos un montón de problemas con el téléfono, apenas sonaba. Total, que otra vez más estoy cansado, agotado y deseando volver a mi tierra adoptiva, los madriles, donde no hay playa ni molletes, pero sí hace más fresquito.

Aquí os pongo una foto desde la ventana de mi habitación, en la que se aprecian las faraónicas obras del metro de Sevilla.