26/5/06

Día del orgullo friki


Esta mañana he vuelto a salir a visitar a un cliente, mi jefe está enfermo (se le ha parado un riñón y está fastidiado) así que tengo que hacer su trabajo. He estado en una especie de polígono industrial dentro de la ciudad. Llevo el portátil de la empresa, un mastodonte de 200 kilos de peso, pero, eso sí, un excelente portátil.
Terminé la visita comercial y me dirigí con paso firme al Fnac(grandes almacenes con música, muchos libros y ordenadores), ya me terminé “Darknet” (evaluación breve, interesante, pero se repite más que el gazpacho un 15 de Agosto), y eso, no puede ser, estoy leyendo el suplemento de El País “El Ciberpaís”, con un número interesantísimo, un extenso artículo de Julio Maldonado, un periodista del mundo del fútbol que sigue unos 90 partidos a la semana (una foto del tejado de su casa enseña unas cuantas parabólicas), el tío es un enfermo, un adicto al fútbol ¡y le pagan dinero por ser todo un erúdito de lo que le apasiona!, ¡qué envidia!, y un enorme suplemento dentro del Ciberpaís sobre los esfuerzos que la Junta de Andalucía está haciendo por dar un salto tecnológico.
Bueno, aunque el suplemento tecnológico está muy interesante, a mí eso sólo me dura 35 minutos como mucho. Entro en la Fnac (frente a la Fnac tendrá la concentración del día del orgullo Friki, que es hoy Jueves a las 20.00). He hecho mis compras (por pura pereza y no ir a la Biblioteca pública, que es lo que suelo hacer), me he comprado el cómic V de Vendetta, Playas de acero y Hyperion. Las novelas me han costado 4,95 (muy baratas) y el cómic 17 Euros (está muy bien de precio, ya que es en tapa dura, gran formato).
A la hora de pagar en las cajas del Fnac os comento algo que forma parte de mi compleja psicología. Resulta que yo soy un tío hablador y dicharachero (como la rana Gustavo), me gusta hablar con desconocidos (mi madre fracasó al enseñarme esa lección), sin embargo cuando veo una chica guapa no quiero hablarle porque pienso “seguro que la chica se cree que le hablo porque estoy flirteando con ella”, así que sólo hablo con las chicas menos agraciadas, aunque no tendría problema en hablar con las guapas de no ser porque una voz me dice esas tonterías. Mi conversación con la cajera fue más o menos así:

-¿Sabías que esta tarde teneis una manifestación aquí delante?- le digo.
-Es del día del orgullo friki.
-¿Y qué culpa tenemos nosotros?- me dice divertida.
-No, no es contra vosotros, es que han escogido debajo del letrero de Schweppes, y como a los frikis nos encanta el Fnac pues seguro que tendréis mucha clientela aquí.
-Bueno, menos mal que yo salgo a las tres, y no me va a tocar.
Pagó mis compras y me despido de ella, y escucho que me dice a mi espalda.
-¡Gracias por la información!.
-De nada- le digo.

Lamentablemente no pude estar en la concentración de frikis, pero os aseguro que me encantaría estar con mi traje (aún no comprado) de Darth Vader y mi sable láser. Aquí os pongo una foto del lugar de concentración (debajo del famoso letrero de Schweppes, famoso porque es el que Telemadrid usa para el “Megahit”) y de mis compras de ciencia ficción y cómics (alimento para el alma).