1/6/18

Un niño con una metralleta

¡Cuanta sabiduría hay en el cuento "El aprendiz de brujo"!.
Hemos reemplazado a un presidente perjuro, codicioso de poder, e inepto con alguien que no tiene claro qué es lo que está haciendo. Si Pedro Sánchez tiene buenas intenciones, no lo sé, pero un niño con una metralleta puede matar a toda su familia, y no tener malas intenciones. Esa no es la cuestión, la cuestión es si es peligroso, y lo es.

A la hora de embarcarte en una aventura como lo es gobernar tienes que fijarte en quienes te acompañan en ese viaje, y si en ese viaje hay bandoleros, estafadores y gente de mal vivir, ya te aseguro que tu viaje no va a llegar muy lejos, y que terminarás perdiendo hasta la camino. ¿Y quienes son los que acompañan al señor Sánchez en este viaje? nacionalistas que tienen una extraña percepción de la legalidad, y una visión de España más que negativa, consideran al Estado Español su enemigo. Estos socios se codean con terroristas y amparan saltarse la legalidad a su conveniencia. No llegaremos muy lejos con ellos.

Si Pedro Sánchez es medianamente sensato convocaría elecciones generales el lunes. O mejor, hoy mismo. ¿Lo hará? quien sabe qué tiene en la cabeza ese hombre, que allá por 2016 dijo: "Aquellos que decían que iba a pactar con los independentistas con tal de ser presidente, ahora callan". Pues nada, esto es como el chalet del burgués Iglesias, ayer dijo una cosa y hoy ha dicho otra.

Si Sánchez quiere seguir adelante no le queda otra que acceder a las perturbadas peticiones de los independentistas, y ellos sólo quieren una cosa, no quieren dialogar, quieren dialogar pero que la conclusión del diálogo sea una sola. ¿Qué clase de presupuestos aprobaría Sánchez con los traidores del PNV?, ¿qué clase de propuestas recibiría del comunista Iglesias y Monedero?.

Decía en Twitter que el programa de las izquierdas es siempre el mismo: 1) subir los impuestos, 2) gastar como si el dinero no se terminara, 3) perder las siguientes elecciones dejando el país en bancarrota.

Y no es exageración, Sánchez se negó a aceptar los presupuestos, pidiendo más presión fiscal, ¡más impuestos de los que el insaciable Montoro ha perpetrado!. En esta falsa recuperación lo que menos nos hacía falta era una sangría económica de izquierdas, y menos con las sanguijuelas independentistas.

¿Qué puede empeorar? decimos los que veían a Rajoy como un presidente funesto. Me respondo yo mismo: TODO puede empeorar. Es mejor no tentar a la suerte haciendo esa pregunta, porque la historia está llena de ilusos que decían: "no creo que estos sean peor que los anteriores", sí, hijo, sí, pueden ser mucho peores. Mirad a América Latina.

A los españoles que pretendemos seguir viviendo en un país que se llama España, no nos quedan muchas alternativas de partidos que estén comprometidos con esta idea, sólo dos, Ciudadanos y Vox. No más.