7/1/18

Hoy he salido de casa sin el smartphone

El equipo de la foto no es mío, sino del señor Rupertdax, un podcaster que no tiene por costumbre grabar.

Y no, no me ha pasado nada. El Domingo es un día de bastante ajetreo, sobre todo en la mañana. Son muchas cosas de las que uno tiene que estar pendiente antes de ir a la reunión dominical (para que a estas alturas no lo sepa, soy evangélico). Y hoy, después de revisar todo lo que quería llevar, no he llevado el teléfono. Es la segunda vez que me ocurre en la vida, lo recuerdo perfectamente. La primera vez fue un día laboral normal.

En este caso ha sido por muy poco tiempo, y no se me han dado circunstancias que lo eche de menos, pero podrían haberse dado. Tuve que echar mano del Galaxy A5 de mi esposa para consultar el Google Maps el número de teléfono de un restaurante en el que queríamos reservar. El segundo momento en el que lo eché de menos fue cuando mi esposa fue al baño, que es ese momento cuando miro el móvil, ya que soy de los que piensan que es una falta de respeto mirar el teléfono cuando hablas con quien sea, suenen notificaciones o no. Y en mi caso siempre suenan notificaciones.

Pero las cosas podían haber sido diferentes. Podrían haberme consultado algún dato de la agenda, o tener que anotar alguna nueva cita, o llamar a alguien, o recibir un mensaje urgente de alguien que me pedía algo, o hacer una foto por necesidad (o por su interés), o tener que consultar algún dato en alguna conversación de amigos..... es curioso, lo presentes que están estos dispositivos en nuestras vidas, y lo mucho que nos hemos llegado a acostumbrar a tenerlos con nosotros.