2/6/06

Un adelanto de "Zordor en movilidad"

(Post mobile) Hola a todos, sigo trabajando intensamente en el relato "Zordor en movilidad" (el Zordor real experimenta un sudor frío, je je je) así que os adelanto un extracto del relato, del que llevo un 30 % escrito. Y por cierto, gracias a vuestras críticas estoy cuidando aspectos que (evidentemente) eran necesarios, ¡el poder de la comunidad!.


EXTRACTO DE "ZORDOR EN MOVILIDAD"
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Me despierto sobresaltado. Tengo la boca seca, estoy sudando. Pero no estoy en mi cama, estoy en un vagón de metro lleno de gente. ¿Voy a casa o vuelvo de casa?, ¿es de día o es de noche?, miro el reloj mientras el corazón me late taquicárdicamente. Luego me entra la vergüenza, ¿me ha visto alguien?. Me seco el sudor de la cara con la mano, y me seco la mano con la pernera del pantalón. Me siento pegajoso.
Siempre tengo sueño. Siempre.
Para mi desgracia voy camino al trabajo, y no penséis que no me gusta mi trabajo, me encanta, el problema es desplazarme hacia el trabajo, o salir de casa cuando estás más a gusto. Una mujer de unos veintiocho años me saluda mentalmente, viste de negro. Siempre me fijo en las manos de las mujeres, luego mi vista va a los pies. No me gustan nada las mujeres con las manos regordetas, me parecen torpes y sin gracia, además de poco femeninas. Luego los pies, aunque en general los pies no se ven bien con los zapatos puestos, ¿a que soy un maldito genio?.
Me conecto al Pad. No. Quería decir que me refugio en el Pad, sin el Pad mi vida sería una letanía eterna de aburrimiento. No me gusta la televisión ni mucho menos la holovisión, no es un problema de tecnología, sino de contenidos, y los contenidos básicos de la holovisión son: deportes, cantantes de moda, cotilleos, noticias en su vertiente más morbosa (muerte, llantos y sangre) y algunas series que no están mal (sigo viendo Friends aunque mis amigos de la red dicen que soy un carca). Lo molesto de la holovisión no es eso, sino la estúpida, burda, malvada, y grotesca manipulación. Nadie se da cuenta.
Cuando sacaron el Acta Europea de seguridad la gente estaba viendo una noticia escandalosa en la que contaban que una conocida cantante había muerto por sobredosis mientras conducía su deportivo a más de 160 Km/h. La segunda noticia eclipsó la primera. De todas formas nadie sabe de qué va el Acta Europea de seguridad, ¿es algo sobre el terrorismo? te dirán algunos. Algo así, en realidad es una ley que da a la policía y al Estado alas para investigar todas las comunicaciones, espiarnos, guardar toda la información sobre nosotros, y no dar cuentas de lo que hacen con esa información.
Como os digo, me refugio en el Pad. Los amantes de la libertad, y aquellos que no hemos sido idiotizados ni manipulados por la televisión estamos juntos, pensamos, escribimos, nos comunicamos, y además de arreglar el mundo y escribir manifiestos, escribimos finales alternativas a "La guerra de las Galaxias" y discutimos sobre Linux. Somos buenos amigos, lo pasamos bien, y estamos cabreados con los Estados policiales con cara de corderos.
Llego a mi trabajo. Por llamarlo de alguna manera. Estoy sólo en una nave industrial. La nave está llena de estanterías, y esas estanterías están llenas de impresos en papel. Estos impresos son modelos de Hacienda. Mi trabajo consiste en ordenarlos cuando llegan de la imprenta. Lo cual es una chorrada, porque los de la imprenta no me los dan barajados, sino en cajas, por ejemplo "una caja con modelos 870 de Renta Activa", abro la caja, saco los impresos, los pongo en la estantería. Esa es la fase uno. La fase dos es que me llaman por teléfono o me mandan un correo electrónico, que prepare cien ejemplares para la Delegación 12. Cojo esos ejemplares y los meto en un sobre, luego viene un mensajero que tiene muchísima prisa, se lo doy y adiós. Y no hay nada más. No controlo los ejemplares que entran o salen. No. Para qué, cada cierto tiempo tengo que tirar muchísimos impresos porque han cambiado.
Así que mi trabajo real se podría reducir a unos treinta minutos.... a la semana. ¿Y qué hago el resto del tiempo?, me da vergüenza decirlo, pero lo paso durmiendo, mis lectores de "Barrotes Binarios" creerán que lo paso estudiando escritos de política, sociología y leyendo blogs, mientras escribo mis manifiestos y artículos de mi página. Pero no, la mayor parte del tiempo lo paso durmiendo porque me acuesto a las tantas conectado a internet. Eso sí, también leo, escribo, chateo, y miro vídeos de frikis con mucho tiempo libre en los que se libran combates entre Godzilla y Mazinger Z.
Estoy contento con mi trabajo, de no ser por el maldito horario que me hace estar todo el día tocándome las pelotas, creo que es la forma que los jefazos del ministerio de decir: "este tío es un privilegiado, le pagamos una pasta por dormir todo el rato, así que jodámosle con un horario de esclavo". Y lo han coseguido, pero no por eso. Me desprecio a mí mismo por perder tanto tiempo, podría pasarlo mejor, pero soy un dormilón. Ya podían pagarme el sueldo y pasarme el día en casa. A veces me planteo no ir a trabajar, nadie lo notaría, simplemente haría un desvío de llamada a mi casa, y si por si acaso me dijeran "te mando un mensajero para recoger modelos 40 de Sociedades" yo diría "joder, qué mala suerte, los tengo agotados, pero mañana a primera hora me llegan, mándame al mensajero a primera hora y los tienes". Y no habría problema. Pero soy un cagao y no lo hago. Aún no sé por qué.
Entro en mi centro de trabajo/almacén. No hay nadie porque no tengo compañeros de trabajo. Cierro la puerta metálica y cruzo toda una nave llena con estanterías. Al fondo tengo mi pequeña oficina, que vuelvo a abrir con llave (dentro hay más cosas valiosas que malditos papeles). Allí tengo el ordenador del ministerio, que es una porquería, y un ordenador antiguo que me traje de casa, que es mil veces mejor que el del Ministerio, puenteo la conexión a internet y hago lo que me da la gana. También hay una impresora, una vieja y decadente máquina de fax que me niego a tirar, mi mesa, estanterías, una ventana alta que apenas da luz, y otra mesa que es donde a veces como. En un armario tengo mis cosas, una esterilla de camping, porque hay muchos días que no me apatece ir a casa a comer a medio día y como dentro, y me echo la siesta como un señor.
Dejo mi abrigo en el perchero y me dispongo a empezar el día y aumentar la productividad de este país opresor con cámaras que nos graban todo el día. He entrado conectado a mi nuevo Pad, estoy en un canal de Irc con voz y llevo charlando desde que me desperté, a esas horas de la mañana sólo está Neobius, que es un estudiante sin reponsabilidades. El nuevo Pad es tan potento que tiene una base de anclaje a la que conecto el monitor, el teclado, los altavoces y el ratón y tengo un completo ordenador que nada tiene que envidiarle a los laptops nuevos. Amigos, mi Pad es mi amigo, hay otros Pads pero este es el mío, sin mí, mi Pad no es nada, sin mi Pad no soy nada.
Dejo la conversación con Neobius (todavía no le he preguntado por qué tomó ese Nick) y me pongo a mirar mi página de enlaces. Soy un vicioso de internet, y lo digo en serio. Si me hubiera dado por el alcohol, el Bingo, o las prostitutas estaría arruinado y en la calle, pero sigo siendo un maldito adicto. Leo algo más de 200 blogs al día, vamos, entre blogs y páginas de internet, portales de noticias, etc...
Mientras leo tomo notas mentales, o uso las herramientas de tomar notas que mi querido Firefox tiene. Luego esas notas se convierten en post. Qué bonito. Y esos post son leídos. Bueno, empiezan a ser leídos. Mi blog se llama "Barrotes binarios", el nombre no es muy original, en realidad lo he tomado de una novela de Tom Stampton titulada "Más allá del cielo gris", pero no os voy a poner la cita porque no quiero hacer un copia/pega.
Cada semana miro las visitas, cada día miro las visitas, y cada hora. Y ahora viene lo peor del asunto, después de mucho pensar, y de oir los consejos de otros, creo que he llegado a la ciencia secreta del blogerismo, a la Cábala oculta y al Necronomicón del bloguero. He visto la luz. Posteo hasta cinco veces al día (los blogs de noticias lo hacen hasta veinte veces), algunos dicen que un blog como el mío no admite más de dos post diarios, pero eso es un error. Escribo post a las cuatro de la mañana, a las siete (antes de coger el metro), y durante el resto del día. Si ocurre algo interesante, o encuentro algo que valga la pena comentar, lo posteo. Si veo una película, la veo pensando en los comentarios que voy a hacer, si saco una foto, la hago pensando en colgarla del blog. ¿Es grave doctor?.
Desde que los Pad superaron a los ordenadores convencionales (los ordenadores "sobremesa", como les llamaban se extinguieron hace diez años y los portátiles han experimentado mutaciones que los hacen irreconocibles de sus antecesores los cromañones con baterías de Ión Litio de seis horas), vivo pegado al Pad, si pudiera me clavaría una antena inalámbrica en mi cerebelo para estar conectado, como en la novela "Playa de acero", allí le llamaban "la interfaz directa, ID".

Amo a Batman

(Post mobile) Hace unos días que no posteo, en el trabajo he tenido algunos cambios, mi compi se ha marchado de la empresa (se casaba y se iba a vivir a un pueblo fuera de Madrid) y ha entrado una persona nueva, así que he tenido que enseñarle, etc... y me he perdido valiosos momentos para pensar y postear. Además, se me acumulan en el móvil fotos que quiero compartir con vosotros (y para ello necesito el portátil que ahora lo tengo en casa).

De momento os enlazo un interesante y cutre vídeo que me ha hecho cierto gracia, ¿cónocéis el famoso vídeo "Amo a Laura"?, bueno, ¿quien no lo conoce?, de ese vídeo han hecho ya unas cuantas versiones, una de ellas es "Amo a Batman" y la verdad, aunque es una versión casera, tiene un par de detalles que me hacen gracia, como una parte de la canción que dice "patrullar contigo... me llena de alegría" y el estribillo "Amo a Batman, pero esperaré hasta el matrimonio". Por cierto, el vídeo no es recomendado para menores de 18 años.

Por lo demás esta tarde espero hacer mi participación para RH y mandarla y seguir escribiendo.