23/4/17

El virus del escritor

Aquellos que hemos sido inoculados con el virus del escritor, hemos sido infectados por una pulsión que no podemos controlar. El virus del escritor lleva consigo otras patologías, como la de la frustración. Frustración porque nunca terminarás ese libro, o (si me apuras) esa novela corta, que te dará la satisfacción de haber subido a esa montaña mental que es completar una obra.

Escribes porque no tienes otro remedio que hacerlo. Escribes por necesidad. A veces escribes porque tienes una imágen en la cabeza, una historia a medias, y no puedes hacer otra cosa que sacarla.

Esta tarde estaba conversando (virtualmente) con ese maestro del cyberpunk que es Jonathan, del magistral blog sobreviviendosinpc.tumblr.com, si no lo conoces no sé por qué no dejas de leer Vidas en red y te pones a leerlo. Te lo digo en serio. Me decía que estaba trabajando en un relato cyberpunk, un relato sobre vencer dificultades recurriendo al ingenio, sobre un mundo distópico en el que hay que buscarse la vida para acceder a la tecnología. Y terminaba su frase diciendo algo así como: "te dejo, ahora mismo estoy escribiendo furiosamente".

Me gustó esa expresión. Escribir furiosamente. Eso es escribir con pasión, pero también con el ansia del que quiere quitarse de encima algo que se le ha clavado en la mente y quiere soltarlo cuanto antes.
Hoy estaba escuchando al gran Hernan Casciari. Un contador de historias en toda regla. En concreto este vídeo.



Habla sobre el hecho de escribir y dice algunas verdades reveladoras. Una de ellas es que si quieres escribir Internet es la clave. Hoy Internet es el medio, como en su día el papel lo fue. Una cosa más: tienes que publicar algo en Internet todos los días, es algo que necesitas para tener cierta soltura. O como diría Stephen King, en su extraña y oculta sabiduría: "si eres bueno en algo, hazlo hasta que te sangren los dedos". No todos llegan a ese nivel de compromiso.

Lo segundo de lo que quiero hablaros es de algo que el señor Jonathan y un servidor compartimos y es nuestra completa, incondicional, férrea, fiel, fanática, e insobornable adhesión el Cyberpunk. El cyberpunk es más que una corriente dentro de la ciencia ficción. El Cyberpunk es una escuela de pensamiento. Es más que literatura, es vislumbrar un futuro que a nosotros nos parece cierto (aunque terrible) y buscar la solución en la tecnología, el ingenio, en la red, y en el código libre. Es un movimiento estético, pero también ético.

Para muchos de nosotros, los más viejos,  el Cyberpunk ha llegado a través de Blade runner. Para los más jóvenes, pero también para los viejos, el Cyberpunk nos ha llegado a través de "Ready Player One", nuestro documento fundacional. El Cyberpunk es una furgoneta en la que un chico que ha tenido mala suerte en la vida se conecta a Oasis y escapa de su realidad, hace amigos, crece como persona, lee, conoce, investiga y busca una salida. ¿No hay en esto una sutil ironía?. Internet se ha democratizado en buena medida. Muchos tienen acceso a la red, incluso aquellos que viven en situaciones de franca desigualdad, e Internet les permite salir de su realidad. Pero sólo serán unos pocos. La pena es que la mayoría mirarán porno, jugarán a juegos absurdos y perderán el tiempo en RRSS. Pero hay otros como mi admirado Lector, que buscarán libros en los que refugiarse. Habrá otros en los que la red será no sólo una vía de escape, sino una manera de encontrar la dignidad que merecen.

Vidas en red ha nacido para eso. Para ese chico que podía pagar su matrícula en la universidad de NY y dormía en la biblioteca. Para el poeta Charles, viviendo en la calle, pero encontrando la dignidad en sus poemas, escritos en su portátil y en aquellos sitios en los que podía encontrar acceso a la red. Para eso existe este humilde blog. Y esta República isleña.

¿Quien es el poeta Charles?
¿No has leído "Sin casa, pero con portátil"? un post que apareció en diarios tradicionales y que sienta las bases de Vidas en red. Puedes leerlo aquí.