8/1/15

Nunca entendísteis al Islam (la guerra que viene)



Notas

¿Acordarse hoy de Oriana Fallaci es también apocalíptico e incorrecto?”.

ayer miércoles, estaba previsto que llegara a las librerías de toda Francia el último libro de Michel Houellebecq, titulado Soumission ('Sumisión'), un relato que el autor presenta como ‘futurista’, no como ficción, en el que retrata a Francia en el año 2022, convertida en República Islámica, después de que un nuevo partido político, Fraternidad Musulmana, haya obtenido la victoria en las elecciones presidenciales. En las entrevistas que ha concedido estos días atrás, el escritor, reconocido como un enfant terrible de la literatura francesa, insiste mucho en la idea de que su novela sólo anticipa los tiempos que llegarán en Francia, aunque admite con naturalidad que utiliza el ‘recurso de asustar’.

     Cita de Javier Carvallo
     http://blogs.elconfidencial.com/espana/matacan/2015-01-08/la-invasion-musulmana_617651/

Cita de Fallaci: 
  • Europe becomes more and more a province of Islam, a colony of Islam. And Italy is an outpost of that province, a stronghold of that colony...In each of our cities lies a second city: a Muslim city, a city run by the Quran. A stage in the Islamic expansionism.

Willy Toledo, condena, pero es comprensivo. En el fondo nos lo merecemos. 

Nuestros principales enemigos: una clase política corrupta y blanda, que sólo tiene una manera de luchar contra el Islamismo: con subvenciones.
    Los políticos de ahora somo como el primer ministro Chamberlain, que sólo sabía negociar con Hitler haciendo concesiones. Y nosotros necesitamos a gente como Churchill, no a cánddidos.
    La alcaldesa de cierta localidad catalana, pagaban una ayuda social a los sin empleo, sólo que el % de árabes era alto y estos vivían en Túnez y en sus países. Cuando dijeros de retirar esa ayuda ya que no vivían en España, el imam les dijo que cuidado, que les formaba una manifestación.

La solución no es la ultra derecha, sino políticos conscientes de nuestra identidad y herencia occidental. De nuestros valores. El problema es si el Islam está preparado para ser una minoría o si acepta un estado plural, y no, no lo acepta. 
    Una de las cosas que hizo Mahoma fue regularlo todo. El mismo Corán estipula que el testimonio en juicio de una mujer tiene la mitad de valor que el de un hombre, y que una hija sólo puede heredar la mitad de lo que hereda un hijo varón.
    El Islam es más que una religión, es un Estado, una legislación. No aspira a vivir en un mundo con varias religiones, sino a extender el Califato universal, y sus normas.

En 1990 hicieron una declaración universal de derechos humanos en El Cairo. Pero no entienden lo mismo que nosotros, en primer lugar la Sharia, la ley Islámica tiene primacía, es la que gobierna. Esta ley tiene castigos y pena de muerte el adulterio, beber vino, la apostasía o el insulto al profeta.
    El titular de los derechos humanos no es el individuo, sino la Umma, es decir, la comunidad islámica. Eso nos aleja de ellos, para nosotros el individuo es importante. 

Fuente:
https://es.wikipedia.org/wiki/Declaraci%C3%B3n_de_los_Derechos_Humanos_en_el_Islam

¿Volverá a ocurrir?, sin duda. 


Citas de Oriana Fallaci

Y a propósito de inteligencia: ¿es verdad que en Europa los actuales líderes de la izquierda o de lo que llaman izquierda no quieren oír lo que digo? ¿Es verdad que al oírlo montan en cólera, berrean “Inaceptable, inaceptable”? ¿Por qué? Si las monstruosidades de su Corán osan imponerlas en mi país… Lo pretenden. Osama bin Laden ha declarado muchas veces que toda la Tierra debe ser musulmana, que todos debemos convertirnos al Islam, que por las buenas o por las malas. Y me dan ganas de invertir los papeles, de matarlo él. La Cruzada al Revés dura desde hace demasiado tiempo, amigo mío. Y seducida por nuestro bienestar, nuestras comodidades, nuestras oportunidades, alentada por la flaqueza y la incapacidad de nuestros gobernantes, sostenida por los cálculos de la Iglesia católica y por oportunismos de la izquierda, protegida por nuestras leyes complacientes. Los quince millones de musulmanes que hoy viven en Europa (¡quince!) son solamente los pioneros de las futuras oleadas. Y créeme: vendrán cada vez más. Exigirán cada vez más. Pues negociar con ellos es imposible. Razonar con ellos, impensable. Tratarlos con indulgencia o tolerancia o esperanza, un suicidio. Y cualquiera que piense lo contrario es un pobre tonto. [págs. 96-99]

A las feministas europeas:

A las cigarras de sexo masculino, o sea los hipócritas que nunca pronuncian una palabra contra el burkah, nunca mueven un dedo contra los nuevos nazis de la tierra, no tengo nada que decirles. A las cigarras de sexo femenino, o sea las feministas de mala memoria, por el contrario, tengo algo que decirles y aquí está. Fuera la máscara, falsas amazonas. ¿Cómo es que ante las mujeres afganas, ante las criaturas asesinadas torturadas humilladas por los cerdos-machistas con la sotana y el turbante, imitáis el silencio de vuestros varoncitos? ¿Cómo es que nunca vais a ladrar ante la embajada de Afganistán o de Arabia Saudí o de cualquier otro país musulmán? Sois y siempre habéis sido gallinas. [págs. 112-114]

Además, cada objeto sobreviviente del Pasado es sacro. Los dos Budas de Bamiyán… esos hijos de puta me los han destruido. [pág. 116]

Estoy diciendo que en Italia, en Europa, no hay sitio para los muecines, los minaretes, los falsos abstemios, el maldito chador. Equivaldría a regalarles nuestra alma, nuestra patria. En mi caso, Italia. Y mi Italia no se la regalo a nadie. Naturalmente mi patria, mi Italia, no es la Italia de hoy: la Italia mezquina, estúpida, cobarde. [pág. 143 & 149]

¡Ah! ¡Cómo soñaba a Europa cuando era joven, muy joven! Bueno. Los italianos de las Italias que no son mi Italia cacarean que hemos hecho Europa [la Unión Europea]. Los franceses, los ingleses, los españoles, los alemanes (etcétera) que se asemejan a los italianos dicen lo mismo. Pero este Club Financiero que roba mi parmesano y mi gorgonzola, que sacrifica mi bella lengua y mi identidad nacional, que me irrita con el Politically Correct y con sus ridículas demagogias populistas, “todos los perros son iguales”, “todos los culos son iguales”, esta mentira que facilita la invasión islámica y hablando de Identidad Cultural fornica con los enemigos de la civilización, no es la Europa que yo soñaba. No es Europa, es el suicidio de Europa.
Lo que tenía que decir lo he dicho. La rabia y el orgullo me lo han ordenado. [págs. 180-final del libro]