23/9/19

En movilidad con el VPN

Post mobile. He salido a hacer varias cosas. Aunque parezca extraño decirlo, estoy feliz de volver a la normalidad, a tener horarios, a disfrutar de mi hogar, de mis gatos. Pero también estoy feliz de volver al trabajo, no os niego que un aliciente es hacer kilómetros con mi querido Dacia. Hay algo que desde el año pasado estoy haciendo, y es comparar lo que tardo a una reunión si voy en transporte público y lo que tardo si voy en coche. Los resultados son tremendos. Hay sitios a los que tardo en llegar una hora y media, pero siempre voy con más tiempo por si surge alguna complicación. En coche tardo media hora. La diferencia es notable. El curso pasado tuve más trabajo que otros años, pero estuvo más descansado. Es obvio, ¿no?

Hoy estoy en movilidad, de hecho tenía varias reuniones. Y mira por dónde, la primera reunión se me ha cancelado, sin posibilidad de adelantar la primera. Eso quiere decir que no puedo ir a la oficina porque: 1. con mi coche no puedo entrar en Madrid central, y porque el parking es caro, y 2. porque sencillamente, no me da tiempo, entrar en Madrid, salir de Madrid para ir a mi visita.... no, no llegaría a tiempo. Así que he parado en un mega centro comercial para responder correos, hacer alguna llamada, y hacer tiempo.

Me he dado una vuelta por Media Market, una gran superficie dedicada a la venta de chismes tecnológicos. Hacía eones que no entraba en una tienda. Me he dado cuenta de varias cosas. 1. Esta gente tiene variedad y buenos precios. He visto los altavoces de Google, los extensores de wifi, los chismes de Amazon (pero no encontré el nuevo Fire TV Stick). 2. Hay portátiles con procesadores Celeron o AMD por trescientos Euros y poco. 3. Personalmente estoy servido, mi paseo fue rápido, al no tener mucho interés.

Como tenía tiempo de sobra debido a la cancelación de la visita entré en el Ikea. Esta mega tienda de muebles y hogar tiene una cafetería y restaurante IMPRESIONANTE. En serio, puedes comer como un rey por poco dinero, o tener un desayuno excepcional por 1,50 Euros. Como salí de casa sólo con un café en el cuerpo pedí un desayuno a base de: café (delicioso, puedes rellenarlo todas las veces que quieras), pan, aceite, tomate y jamón. ¡¡¡1,50 Euros!!!

He buscado un rincón donde pudiera estar tranquilo, y sacado mi Surface mientras por los ventanales veía como el tiempo se iba oscureciendo y la lluvia amenaza por entrar en mi comunidad. Estoy encantado con la Surface, el procesador M3 y sus 4 Gb de RAM son más que suficientes para todo lo que necesito. Una de las cosas que hago es descargar el podcast que acabo de grabar en el coche para tenerlo listo para subirlo. Dejaré pasar un día o dos para que los contenidos de vosotros, apreciados oyentes, sean regulares. Pero hay otra cosa más, o como diría el genial Cabrera: “One mor-cilla".

El wifi del Ikea. Como muchos otros establecimientos, Ikea ofrece conexión Wifi a sus clientes. 4 Mbps de bajada y casi lo mismo de subida. ¿Es mucho o poco?, la experiencia es que todo va ligero, fluido. Todo va perfecto. Aprovechando que he configurado la conexión de Open VPN con mi router Asus cargo los ficheros de configuración en la Surface y ¡voilá! Ya estoy conectado anónimamente. Compruebo mi IP y es la misma que tengo en mi casa (anotada en el Moleskine). Os parecerá una tontería, pero me quedo mucho más tranquilo y encima no consumo mi abundante mochila de datos.

Otra cosa que me gusta de la cafetería de Ikea: es enorme, puedes buscar un rincón tranquilo y te puedes pasar el tiempo que quieras. Nadie te va a decir nada. Yo me tengo que ir en breve, pero es un refugio genial para escritores, bloggers, o lectores solitarios. Claro, venir aquí es transporte es una odisea.

Toca marcharme. Guardo la Surface y salgo. Hace un viento que anuncia lluvias torrenciales. No os lo he dicho, pero estoy intentando centralizar todo en la nube de Microsoft. Google funciona genial, pero es que a la hora de tener tus ficheros controlados los mejor es tenerlos en un sitio y luego hacer copias. En Onedrive (la nube de almacenamiento de Microsoft) tengo 507 Gb. El máximo es 1 Tb. Ya les he escrito pidiéndoles que lo amplíen en el servicio básico (99 Euros al año). Inicialmente daban almacenamiento ilimitado, pero ya sabéis cómo es la gente, comenzaron a abusar del servicio y lo limitaron a 1 Tb, que es mucho, pero calculo que en dos años comenzaré a llenarlo ya que guardo los vídeos de Vidas en red y de la iglesia allí. Tengo copias de Onedrive en los dos NAS, en un disco duro externo, y en un PC Amd que me costó 300 Euros. Podría centralizarlo todo en un NAS, pero después de darle vueltas prefiero que los NAS sean la copia sincronizada de todo, y Onedrive el espacio de trabajo.

Cuando entro en el coche empiezan a caer las primeras gotas. No puedo evitar pensar en los días en los que pasaba CALAMIDADES. Han sido 20 años en los que he pasado frío, me ha nevado, me ha llovido, y las he pasado canutas en paradas de autobús de pueblos perdidos. Recuerdo una vez en Illescas donde pasé tanto frío que cuando entré en el bus me quedé dormido del agotamiento que el frío produce. Pero esos son tiempos pasados, pienso desde el confortable refugio que me produce el interior de mi Dacia. Pongo rumbo a mi visita. Ya he hecho un año de carnet, me siento muy seguro y me “entiendo” bien con el coche, eso no quiere decir que me confíe, voy muy atento para adelantarme a las reacciones de otros conductores. En Madrid por lo general se conduce bien, pero eso no quiere decir que siempre haya algún energúmeno. Deseo que llegue el día en que haya cámaras y radares por todos lados para que los desaprensivos que ponen en peligro a otros se lo piensen mejor.

Como siempre, llego con tiempo de sobra a mi visita, así que aprovecho para ver mis notas y grabar un vídeo que estoy haciendo poco a poco. Hace un viento tremendo.