23/1/08

Por fin he visto un Iphone

Tenía curiosidad por verlo, y hoy lo he visto, había quedado con Jon, de Vocento y en el trayecto (compartimos unas paradas de Metro) me lo enseñó. Hace justicia al éxito del que goza, un diseño genial, una pantalla enorme, pero eso sí, es más pequeño de lo que la publicidad insinúa. Aquí tenéis la foto.

Iphone

Una de las razones por las que había quedado con Jon es que me ha entregado un Smartphone que aún no se comercializa en España, por un fabricante que no comercializa este tipo de Gadgets. Todavía no puedo decir nada, ya que el día de su lanzamiento ya sacaremos algunos artículos, vídeos y fotos del teléfono en cuestión, de momento estoy usándolo como teléfono móvil en sustitución del N95 hasta el Viernes, que es cuando lo tengo que devolver. Esta es la primera vez que como blogger me "prestan" un cacharrito para que escriba sobre él, y según me aseguran habrá más después.
Por cierto, me estoy planteando seriamente pagar por una cuenta de Flickr en lugar de la gratuita que tengo... es un dinerillo, pero... ¿alguien conoce algún servicio de alojamiento de fotos ilimitado?.

Las redes sociales al servicio del suicidio


Que la gente de la prensa son unos histéricos y que su negocio es vender noticias que la gente consume con avidez es algo que todos sabemos. Llevo años oyendo que hay crisis, llevo años oyendo que el precio de los pisos se desploma, y años diciendo que la música rock vuelve a la gente una suicida. Ahora la moda es decir que internet es un sitio muy peligroso, lleno de gente que abusa de niños, de delincuentes y de redes sociales que captan a inocentes jóvenes y los convierten en suicidas. Sinceramente, me da más miedo salir a la calle en Madrid o coger la línea 5 de Metro a las doce de la noche un jueves que conectarme a internet.

El diario The Daily Mail nos da un extenso reportaje acerca de una oleada de suicidios en la tranquila población de Bridgen, al Sur de Gales. Han sido un total de siete jóvenes, Liam Clark, uno de los suicidas tenía un blog, otros tantos eran usuarios de la red social Bebo, una de tantas redes sociales que se están haciendo tan populares entre los jóvenes.

Un lector poco avispado podría llegar a una conclusión errónea con cierto planteamiento silogístico: "hubo unos suicidas en un pueblo de Gales que usaban una red social, luego las redes sociales incitan al suicidio". Amigos de la prensa, ya tenéis un titular, y de los que venden.
Las redes sociales son herramientas para conocer personas, te permiten, entre otras cosas, ponerte en contacto con personas de gustos afines, si te interesa la cría intensiva de Mayate (o escarabajo verde de Junio) seguro que encontrarás a tipos tan raros como tú que tienen la casa llena de terrarios con estos bichos. Y si eres un potencial suicida encontrarás a siniestros fans del suicidio murmurando en un rincón oscuro de un chat. No, el problema no son las redes sociales, tampoco internet, sino los suicidas en sí.

Ahora bien, en mi humilde opinión no estamos hablando de personas con graves transtornos de conducta (aunque Dale Crole, uno de los suicidas, estuvo en una institución estatal para delincuentes juveniles), la mayoría de los tipos que se suicidaron vivían vidas normales, o al menos todo lo normales que los jóvenes de hoy en día viven, muchos de los cuales están obsesionados con ser "triunfitos", ser alguien, ser imitados, recordados, emulados. A algunos les hacía ilusión tener su propio tablón de condolencias como los que tenían algunos de los suicidas y por lo tanto, se dedicaron a ese deporte tan adolescente como es imitar a los demás, en este lamentable caso, suicidándose.

No, internet no es el responsable, ni tampoco las redes sociales.

Curioso anuncio de una tienda de disfraces

(Los niños sin atender serán vendidos como esclavos)