10/3/11

Digitalizando todo con el nuevo Scanner

Soy un enemigo de los papeles. Tienden a acumularse cantidad de papelitos inútiles pero que da cierto temor tirar (¿y si en uno de ellos tengo apuntada la vacuna de la gripe común?). Es por eso que tras mucho pelear con los papelitos dí un prodigioso salto tecnológico y decidí migrar mis numerosas notas a una nueva plataforma: el cuadernito Moleskine, y más adelante sus más económicos competidores.

Pero mi alegría no fué completa. Se me acumulaban los cuadernitos, me resultaba difícil encontrar mis notas por más que inventara geniales sistema de clasificación y colores.

Primera experiencia: Google notebook. Muy pocos conocen este servicio de Google. Es tan básico que es muy útil. Consiste en un sistema de notas sumamente sencillo que nos permite ir anotando de todo, páginas webs, contraseñas de bajo nivel, direcciones de restaurantes chulos, recordatorios, ideas para post, nombres, etc...

Pero Google decidió dejar de invertir y añadirle más funcionalidades. Una pena.

Más adelante mi querido amigo Jaaziel me enseñaba su iPhone 3GS en conexión con un servicio llamado Evernote. Gracias a su Smartphone sacaba fotos de, por ejemplo, el letrero de un piso en venta, o de una tarjeta de visita y lo subía a los servidores de Evernote. El sistema es muy avanzado ya que hace OCR, indexa, permite meter etiquetas, crear distintos "cuadernos". Una pasada. Y además está preparado para navegadores web móviles y para varias plataformas, principalmente iOS y Android.

Ni corto ni perezoso cogí mi viejo Scanner Packard Bell (cariñosamente llamada Packard "Hell") y lo escaneé casi todo. Mis dos últimos cuadernitos Moleskine con sus valiosas notas. Las facturas de gas. La carta del seguro, el papelito del banco con el IBI pagado, las cartas en papel, el telegrama que me mandó la casa real dándome las gracias por la carta que les mandé (esto es cierto), o la carta que alguien firmando en nombre de Mariano Rajoy me escribió desde la calle Génova aceptando mis críticas al papel de la oposición (esto también es cierto, soy de esos tíos pesados que piensan que puedes mejorar el mundo escribiendo cartas a diestro y siniestro).

Ahora tenía mis papelicos no sólo en mi disco duro, sino en Internet y de forma provisional en mis archivadores AZ.

El siguiente salto evolutivo en este azaroso mundo de la digitalización fué empezar a usar aplicaciones móviles que te permiten no sólo hacer una foto de un documento, sino seleccionar el marco de texto, guardarlo en PDF y enviarlo por mail. Cam Scanner Free es una de tantas aplicaciones que circulan. En el Galaxy ni siquiera uso una aplicación, la cámara me permite escoger el "modo texto" por lo que hago una foto y la mando por correo a Evernote.

Finalmente el Packard Bell murió. Fué un tormento. No la muerte en sí de aquel apestoso scanner, sino buscar un sustituto. Un martirio. Ya no venden Scanners, sino chismes multifunción que yo no quiero, ya que tengo mi impresora láser Brother que funciona de lujo y apenas gasta tóner.

Busqué en varios sitios y compré el único Scanner que tenían en el PC City, un Epson Perfection v33 baratuno pero muy bueno. Es rapidísimo. Anoche escaneé un pequeño manual de 30 páginas que mi esposa me pidió que pasara con el software de OCR que acompaña a Word. Fué una delicia.

Así que he vuelto a mi furor digitalino. Fuera papeles. Todo al disco duro externo y a Evernote. Además guardo otra copia en Dropbox en formato .rar.