10/7/06

La España profunda


(Post mobile) Os escribo esto rodeado de cajas de embalar, estoy a punto de mudarme, y encima este fin de semana he ido a mi querido sur de España a una boda. Como siempre, equipado con mi Pda, cámara, móvil.
A medio camino de nuestro viaje, y antes de llegar a despeñaperros, mi esposa y yo paramos en un restaurante de carretera en medio del sol abrasador de este fin de semana. Vimos parados varios camiones, y eso, como dice mi suegro, siempre es buena señal. Y la verdad que no nos equivocamos, por 11 Euros nos comimos un menú de lo más variado, con un churrasco inmenso, mucha variedad de platos, y una crema catalana como no me he comido ninguna en mi vida.
Un movimiento sensual!!!!! La cosa es que mientras esperaba que el camarero nos trajera la comida, y mi esposa iba al cuarto de baño (¿soy yo el único que se da cuenta que muchas mujeres tienen la vejiga más pequeña que los hombres?, van a orinar con más frecuencia que el sonido del cucó), pues me fijé en el señor que tenía delante, un camionero curtido, inclinado sobre su mesa, y con los calzocinllos sobresaliéndole, mostrando su velluda "rabadilla" (el espacio entre el pompis y la espalda).
Los retretes ibéricos. Y pensé, qué bonito es ser español, ¿en qué lugar del mundo se pueden ver estas cosas clásicas?, así que seguí mi ruta turística y me fuí a los retretes. Maravilloso. Sin palabras. Un retrete orinado por los profesionales de la limonada oscura, con un magnífico gotelé de diarrea (¿pero cómo hace caca la gente, como si fueran un aspersor?), como no, le saqué un par de fotos, espero que se aprecie (podéis aumentar la foto haciendo click en ella.
Bueno, no ha sido un post de tecnología, pero sí de mi vida. En cuanto a la tecnología, en casa de mi suegro vodafone tiene cobertura 3G (hurra), y Wifi (aunque no tuve tiempo de configurar mi PDA bien).

Una aclaración necesaria. Amigos turistas, no penséis que todo es así, las cosas han mejorado mucho, retretes limpios, y clientes sexis, pero afortunadamente aún quedan bares y restaurantes que no pertenecen a cadenas clonadas, y que sirven buena comida, con buenos precios, y en los que los camareros son personas bajitas y sin afeitar que corren por todos lados manejando salas llenas con profesionalidad, y sirviendo cafés mientras friegan vasos. Que no todo el monte es orégano.