26/11/13

Cómo la llegada del Smartphone nos cambió

El post del amigo Jairo me ha hecho reflexionar varias cosas, el título del mismo es "Smartphone, ¿productividad o distracción?", os recomiendo su lectura.

Una imagen se me viene a la cabeza, un servidor, en un autobús medio vacío, de Sevilla a Granada, con el portátil Phillips Freevents (Celeron, 1 Gb de RAM) , conectado con un Nokia N80 a velocidad de 16 Kbps y chateando por Irc y pensando "¡uauhhhh esto es el futuro!, ¡ultramovilidad!".

Otra imagen se me viene a la cabeza, leer por Internet que un operador italiano ofrecía tarifa plana de conexión de datos GPRS. Empezó a arder de manera lenta una envidia enorme por los habitantes del país de la bota.

Otra imagen, coger un catálogo de Palm y tenerlo en mi escritorio en casa. No tirarlo a la basura, lo miraba de vez en cuando, ¡una Palm!, aquello costaba un dineral. Pero.... vaya posibilidades que ofrecía. Por esa época estaba fascinado por un post titulado "Uso intensivo de mi Sony Clie UX-50"

(((((Nota Spamera: Puedes leer mi mención sobre la Clie UX-50 en este enlace. Puedes leer el post en cuestión en este otro enlace. )))))

En esa época soñaba con la movilidad, pero era eso: un sueño. Al poco tiempo conseguí una tarjeta PCMCIA de Movistar con la que tenía un contrato de datos que me sirvió magníficamente en mi ya conocido portátil Phillips. Recuerdo pasar una Semana Santa en Galicia con mi esposa, y llevar conmigo la conexión, blogueando en movilidad (aunque sin poder hacer streaming de nada) el sueño se estaba cumpliendo.

Recuerdo mi PDA Dell, un magnífico terminal con Windows mobile y un Stylus que era de ayuda en su pésima pantalla táctil, allí llevaba una pequeña suite de Office, algunos juegos, agenda, ¡navegador web!. Me conectaba a Internet vía puerto de infrarojos a 9,6 Kbps, aquello sólo daba para chat en modo texto, básicamente Microsoft Messenger e Irc.

Y así, poco a poco llegamos A LA LOCURA EN LA QUE VIVIMOS.

Lo que más me llama la atención es que a esta época ha llegado muchísima gente nueva, muchos jóvenes que han nacido prácticamente con esta tecnología en las manos. Las redes sociales están mucho más presentes, y Twitter es un hervidero de comentarios, un teletipo que no descansa.

Y como bien dice Jairo, esto afecta a nuestros hábitos de lectura, se consume y se produce menos texto y más multimedia, lo que leemos no es tanto reflexión como entretenimiento intrascendente, o charla menos relevante. Y sobre todo: no queremos estar lejos de la algarabía de la fiesta, no queremos perdernos nada, sea importante o no.

Es muy saludable hacer pausas en medio del frenesí, aislarnos, y buscar la soledad. Este año lo hice una vez, prácticamente desaparecí una semana de Twitter y de redes sociales. Fue curioso, porque al segundo día ya había algunos amigos preguntando. Para mí fue en cierto sentido un descanso, porque fue un retiro buscado (no impuesto desde fuera). Quizás necesitemos eso, poner nuestros dispositivos en modo avión y enfrascarnos en la lectura de un buen libro.