El fin de la palabra escrita y la hegemonía de Youtube

Ya nadie tiene tiempo para leer. Recuerdo cuando comencé este blog. La ilusión de escribir ¡y de ser leído!. Y por aquella época era leído. El blog era una especie de Irc donde interactuaba con mis lectores, ellos conocían mis andanzas y me preguntaban sobre mis asuntos, opiniones, etc... Recuerdo cuando soñaba (¡anhelaba!) tener un portátil para así poder ¡bloguear en movilidad!. Qué tiempos.

Esto ya no es así, y lo peor de todo es que nunca será así. Seguirá quedando un remanente de personas que leen blogs (allí está la emergente plataforma Medium), con sus textos magníficamente escritos y su cuidada edición, pero seamos realistas, la palabra escrita parece que ha muerto. Mira a las personas que viajan contigo en el Metro, quizás con suerte veas a alguien leyendo en su Tablet o e-reader (y los hay, no son pocos), pero muchos están perdiendo el tiempo con sus teléfonos móviles. Juegan, leen conversaciones atrasadas, juegan, miran fotos....

Yo soy un dinosaurio que viene de otro mundo, un viajero del tiempo que está desubicado. Me encantan las posibilidades de conectividad que disfrutamos ahora, pero el Internet de ahora es muy diferente, ahora sólo hay vídeo, Youtube lo es todo, luego están las webs, pocas, y algo de podcast. Yo no puedo quejarme, tengo una comunidad muy fiel de amigos que me siguen, disfrutan de mis contenidos, a muchos los he podido conocer en persona, con muchos me escribo correos, y ahora, gracias a la Isla, tenemos nuestro propio espacio de libertad en Telegram.

Ojo, me siento cómodo delante de la cámara, disfruto mucho con mis panegíricos, pero hoy me he puesto nostálgico cuando he pensado: "¿por qué no escribo algo en mi blog?", entonces me ha temblado la mano derecha y una lágrima ha rodeado bajo mis miopes ojos.

Las nuevas generaciones consumen mucho vídeo. Ok, el vídeo es palabra hablada, eso está bien. Lo que me incomoda es la charla intrascendente, los memes que no dicen nada, los topicazos. Incluso cuando algún Youtube Star (mis respetos, su mérito tienen) se ponen a opinar de política, son realmente poco originales, repitiendo fragmentos de lo que la prensa o la tele dice. Nada que aportar. NADA. Con todo, también hay remanentes de opinión, personas leídas, reflexivas, con fuertes opiniones personales y el valor de compartirlas.  Si.

Pero yo sigo editando vídeo y audio cuando puedo. Quizás consiga sacar a algún jovenzuelo de su apatía. Quizás consiga que algún internauta que camina errante por el desierto de los contenidos haga suya una idea que le cambie la vida, que le haga ser un inconformista, que le dé pie a una buena conversación con sus amigos, a investigar en la red y descubrir el mundo de conocimientos que tenemos a nuestro alcance pero que hemos dejado de lado por el entretenimiento fácil.

Conservo correos que para mí son preciosos, los de Jonathan (mi héroe nomadista en movilidad), los de aquel jóven que terminaba sus estudios universitarios y pasaba a dirigir el negocio familiar: "no me han enseñado a pensar, a ser mejor persona, no quiero ser el típico jefe gruñón, por favor recomiéndame algún libro", el correo de aquel jóven que por mi recomendación había leído "El hombre en busca de sentido" ¡el primer libro que había leído en su vida! y ahora quería leer más, "¡por favor, recomiéndame más libros así!".

Quizás Vidas en red terminé siendo un canal de vídeo de un hombre viejo, con la barba blaca, hablando con pasión de lo importante que es tener ideas y vivir por ellas, quizás el teclado sustituya a la cámara y al editor de vídeo. Pero mientras haya algo importante que compartir seguiré hablando, sembrando curiosidad. Como veis poco a poco me distancio de la tecnología de consumo, también estoy intentando dedicar más tiempo a mi canal de Youtube con contenidos espirituales (https://www.youtube.com/user/Converso72), un canal que tiene 10 años y cuyos vídeos tienen a veces 20 visitas. No es algo que me afecte, quiero trabajar aún más duro y ofrecer más y mejores contenidos.

Hace semanas me compré el croma verde, una pequeña inversión que hace que mis vídeos luzcan más profesionales. Mi Sony Alpha 5000 sigue siendo la mejor cámara que tengo, y la grabadora H5 ofrece el mejor sonido ¡no os merecéis menos!. Estoy aprendiendo por motivos profesionales el software de edición de vídeo Pinnacle Studio, y estoy maravillado, me gusta mucho más y me resulta más completo y más sencillo que mi querido Sony Vegas. Hoy tendréis nuevo vídeo. Si queréis apoyar esta visión del mundo, estos delirios de libertad en este desierto de contenidos os dejo enlaces de descarga. Gracias por estar ahí, gracias por ser tan fieles, y gracias por vuestra autenticidad, me lo habéis demostrado en no pocas ocasiones. Gracias.

Pinnacle Studio.
Sony a5000.
Grabadora Zoom H5.
Croma verde.