16/1/18

La teoría del fondo de armario

Es muy posible que haya encontrado el equilibrio casi perfecto en movilidad urbana. Y lo curioso es que el precio de ese equilibrio está por debajo de los 500 Euros en hardware. En total.

¿Cual es la razón de todo esto? muy sencillo. Con la Tablet Huawei Mediapad M3 leo libros, cómics, veo Netflix y a veces miro RRSS. No necesito mucho más. También la tengo en modo Tethering cuando tengo datos en ella. Con el Lenovo X220 escribo, lo llevo a reuniones, tomo notas. Es más una máquina de escribir.

Ayer una chica que necesita un portátil para cuando vaya a la Universidad me pidió asesoramiento, le pregunté que para qué iba a usarlo y le recomendé que se gastara 250 Euros en un Lenovo de segunda mano. Hasta le enseñé mi X220 para que se convenciera del tipo de equipo y lo útil que es.

Por supuesto me sigue gustando (mucho) el iPad, pero hay dos pegas: 1) Es un equipo caro y eso me hace a limitar sus salidas, 2) para ultra movilidad la pantalla ideal son 8 pulgadas máximo. El iPad es demasiado grande para tenerlo en una mano y salir y entrar del Metro. Podría usarlo, pero no es tan cómodo. 3) El iPad no cabe en un bolsillo de la americana, el M3 sí.

Encontrar el dispositivo que se adapta a tus circunstancias es un poco como escoger la ropa que se adapta a una situación  en particular, ¿vas al campo o a la playa?, ¿a una reunión de amigos o con clientes?. Esa perspectiva hace que la teoría del "dispositivo único" se quede en la teoría del "fondo de armario".

Esa teoría dice que: no existe un dispositivo válido para todos los entornos, sino dos o tres dispositivos con los que puedes adaptarte a todos los entornos, y moverte entre ellos en función de cada uno.

14/1/18

Una Nube para gobernarlos a todos

Quizás sea a la única persona a la que le ocurra, pero tengo varios equipos. Gracias a la sincronización con Onedrive ese tema lo tengo bastante solventado, con todo siempre hay problemas de acceso. Mi máquina principal es el servidor de nuestra Isla, la República Isleña de Vidas en red, donde descargo cantidad de cosas, y donde comparto los contenidos, pero.... a veces, pocas veces, no tengo acceso a la misma, bien sea porque una actualización de Windows no me reinició el equipo correctamente, o porque en el arranque algo falló. Es muy molesto. La uso como estación de subidas y descargas.

Ahora he recuperado el PC "viejo", que fue el que me vendió Abeliyo86 (Comercial Geek en movilidad) un equipo que finalmente empezó a dar algunos fallos menores. No pude instalar Linux Mint, pero va muy bien con Ubuntu, y eso es lo que tiene ahora. La idea es buscarle un buen uso, pero el consumo de energía es algo que me echa para atrás, así que ahora mi idea es echar mano de las microplacas, en concreto de la Latte Panda. Por los precios que te cobran los VPS sale más rentable comprarse una máquina barata, no hay duda, a no ser que no tengas dónde meterla.

Hoy un buen amigo me ha dado un disco duro externo, "tengo mi vida en ese disco duro" me ha dicho. Tengo otro amigo cuyo disco duro espera una solución. En vano. Primero nos dimos cuenta de que los CD´s se estropeaban (reconoced que hemos empleado horas, días de nuestra vida copiando CD´s) y ahora ¿también tú, disco duro, Bruto, hijo mío?. Así es, lo discos mueren, sólo nos queda la Nube.

Tal vez ya tengamos sistemas operativos en la Nube, pero nos faltan aplicaciones. Es como cuando en Linux apenas habían programas, y ahora hay de todo. Llegarán.

8/1/18

Reflexiones recurrentes

Esta mañana he comentado en el podcast en directo (Spreaker, camino de la estación de Metro Línea 12) mi decisión de pagar por 100 Gb de almacenamiento en Google drive. ¿Por qué pagar por algo que, en cierta medida es gratis?. Hay varias razones: a) porque no tengo tiempo de ponerme a borrar correos que podrían ser importantes, b) porque valoro el servicio, c) porque es poco dinero y 100 Gb es mucho espacio.

Reconocedlo, al final nuestro sistema operativo será (es) la Nube. Nuestros ficheros, nuestras fotos, todo. Afortunadamente ahora tenemos la posibilidad de tener copia de todo en nuestros discos duros. Quizás llegue el momento en el que ni eso nos permitan. Entonces estaremos completamente vendidos. En un relato que estoy incompleto mi protagonista se recupera tras una depresión que lo deja en estado catatónico por más de dos años. Al poder hacerse con un smartphone vuelve a tener acceso a los ficheros de su vida pre-catatonia. Pero hay una línea argumental diferente, que sólo pudiera recuperar esos ficheros en el caso de que pagara su suscripción a "La Nube OS", vamos, como ocurre cuando dejas de pagar tu cuota de almacenamiento en la Nube con la mayoría de los proveedores.

Personalmente la Nube ha sido la solución a mis problemas a la hora de moverme entre distintos equipos. Antes tenía que andar con un Pendrive, allí tenía mis ficheros y me iba moviendo de un equipo a otro. Un día uno de esos pendrives carísimos que compré, un Kingston de 8 Gb (una barbaridad en esos pretéritos tiempos) falló y perdí un extenso fichero en el que estaba trabajando. Lo perdí sin posibilidad de remisión. Claro, podía haber hecho copia en los distintos equipos, bla bla bla. Pero el hecho es que ese Pendrive no tenía que haber fallado.

Android está mucho mejor equipado para la Nube. Y Chrome OS ni os digo. De hecho el "La Nube OS" no es ni Android ni Chrome OS, el sistema operativo en la Nube es Google mismo.

Hace unas semanas por temas de trabajo fui a un Data Center. Una importante empresa del sector que aloja servidores, webs, y equipos de producción. Como la seguridad es alta ni siquiera pude entrar. Mientras esperaba a hablar con uno de los técnicos vi a un tipo que llevaba un carro (como esos carros que usan para llevar palés) sólo que llevaba una tonelada de discos duros internos en sus bolsitas. Nunca había visto tanto disco duro junto. Esta gente serán los que compren hardware, nosotros sólo les pagaremos una cuota. Nada más.

Dame una hoja de cálculo y moveré mi empresa. Tengo mi suscripción de Office 365, pagada, todo legal. Y la uso, pero hay ciertas cuestiones que prefiero tener en GSuite. Me resulta cómoda, carga rápido y es sencilla, tiene todo lo que quiero. Por ejemplo, mientras algunos compañeros tienen que echar mano de tablas o de calculadora cuando hay que hacer presupuestos (en los que hay que incorporar muchas variables) yo saco mi teléfono, y tengo el resultado calculado, y sin fallo. Normalmente si tuvieras que hacer un cálculo largo con calculadora lo harías al menos un par de veces para asegurarte de que lo has hecho bien.
Además, tengo una relación de profunda simpatía con las hojas de cálculo, el orden, su simplicidad, la posibilidad de formatearlas y que queden chulas.... vamos, que me gustan.

Me gusta mi Lenovo. Estoy mirando Chromebooks, pero sencillamente me duele gastarme la pasta cuando me he gastado... poquísimo dinero en este Lenovo con i5 y Windows 10. Sí, Chromebook mola mucho, y desde que Android tiene cada vez más presencia mola mucho más. Pero qué queréis que os diga, ahora mismo por precio, potencia y posibilidades gana el Thinkpad. En lo único donde pierde es en autonomía.
Con todo los Chromebooks siguen siendo una de las opciones más atractivas en portátiles, hace falta que aumenten un poco el almacenamiento (y que pongan SSD por favor) además, que metan mejores procesadores. He visto en eBay que algunos vendedores están comprando Thinkpads y le están metiendo ChromeOS, chicos listos.

Recordad, no se trata del gadget, sino de lo que puedes hacer con él. Sed creativos, sed generosos, y si sois buenos en algo hacedlo hasta que os sangren los dedos.

¿Te interesa un Chromebook? Mira este Asus, un buen modelo para entrar en este mundillo por poco más de 250 Euros http://amzn.to/2AFELdl  Pero si lo que quieres es un Thinkpad mira este T420 un equipo potente, robusto, fiable y ¡a precio de risa! http://amzn.to/2AFVdtK

7/1/18

Hoy he salido de casa sin el smartphone

El equipo de la foto no es mío, sino del señor Rupertdax, un podcaster que no tiene por costumbre grabar.

Y no, no me ha pasado nada. El Domingo es un día de bastante ajetreo, sobre todo en la mañana. Son muchas cosas de las que uno tiene que estar pendiente antes de ir a la reunión dominical (para que a estas alturas no lo sepa, soy evangélico). Y hoy, después de revisar todo lo que quería llevar, no he llevado el teléfono. Es la segunda vez que me ocurre en la vida, lo recuerdo perfectamente. La primera vez fue un día laboral normal.

En este caso ha sido por muy poco tiempo, y no se me han dado circunstancias que lo eche de menos, pero podrían haberse dado. Tuve que echar mano del Galaxy A5 de mi esposa para consultar el Google Maps el número de teléfono de un restaurante en el que queríamos reservar. El segundo momento en el que lo eché de menos fue cuando mi esposa fue al baño, que es ese momento cuando miro el móvil, ya que soy de los que piensan que es una falta de respeto mirar el teléfono cuando hablas con quien sea, suenen notificaciones o no. Y en mi caso siempre suenan notificaciones.

Pero las cosas podían haber sido diferentes. Podrían haberme consultado algún dato de la agenda, o tener que anotar alguna nueva cita, o llamar a alguien, o recibir un mensaje urgente de alguien que me pedía algo, o hacer una foto por necesidad (o por su interés), o tener que consultar algún dato en alguna conversación de amigos..... es curioso, lo presentes que están estos dispositivos en nuestras vidas, y lo mucho que nos hemos llegado a acostumbrar a tenerlos con nosotros.