29/3/07

Maldito Proxy (hablo de Yoigo)

(Post mobile, desde casa, claro) Llevo días probando la conexión a internet de Yoigo, y cuando digo días me refiero a días probando la conexión, a distintas horas, durante periodos más o menos prolongados, y la situación no es que cambie mucho.

La culpa de todo la tiene el proxy.

No puedo usar el IRC. No puedo usar mensajería instantánea (del tipo que sea). No puedo postear (Firefox me dice que el Proxy no me deja hacerlo, esto mismo ocurrió en el tiempo que Telefónica tenía un proxy, ¿os acordáis?).
El problema de postear con el proxy (y esto es muy curioso) es que sólo te admite UN post, sólo uno, porque si quieres editar ese post, o mandar uno nuevo, el proxy lo bloquea.
Otro problema: NO SE PUEDEN MANDAR CORREOS ELECTRÓNICOS. Así de sencillo, por culpa del maldito proxy.

Y no es por nada, pero para mí, postear es imprescindible. Imprescindible, y esto no ocurría cuando NO había proxy.

Cortes contínuos. Hay otro problema con Yoigo, y es que cuando pasa de la red convecional al 3G, la conexión a internet se corta y tarda un tiempo, pero, en dependiendo de la zona el 3G es tan débil que se vuelve a cortar y a pasar a GSM. Esto pueden ser como 10 minutos de desconexión, ¿solución?, pues fuera con el 3G. Así de sencillo, por lo menos no hay cortes, aunque tampoco hay banda ancha.

Sé que he tenido momentos en los que he dicho ¡funciona!, pero ha sido pura euforia, he podido postear, sí, pero ha sido un post de diez intentos, he llegado a mandar algún correo electrónico, pero he hecho DECENAS DE INTENTOS en vano. Eso es lo mismo que NO funcionar.

Pero Converso es un tío paciente, sigo con lo mismo, voy a esperar, parece que esta gente de Yoigo va por el asunto de la transparencia y creedme, quiero creer en ellos, y aprecio cosas como las de ayer, de darnos un día entero de SMS gratis (aunque un poco de miedo sí que da, porque he podido mandar como 50 SMS).

Viaje a Alcazar de San Juan y Yoigo

(Post no mobile) Ayer tuve que ir a Alcázar de San Juan para ver a un Distribuidor que trabaja vendiendo (ocasionalmente) nuestros programas. Tenía por delante un viaje en un tren regional (bastante cómodo) que me llevaría casi todo el día.

Cuando llegué a esa pequeña ciudad lo primero que te encuentras es esa estatua frente a la estación. El distribuidor me llevó a comer en un sitio estupendo, y hablamos de tecnología, hardware, anécdotas de la profesión, y me contó cómo usaban una Knoppix para recuperar información de sistemas dañados (el siguiente paso es descubrir que Linux sirve para más cosas, ¡ánimo!).


Al la vuelta, intento de conexión con Yoigo: NADA DE NADA, sencillamente, no funciona. Llamo para informarme de cómo darme de baja y qué penalización hay.