La crispación está empezando a aumentar. El voto se ha fragmentado, y muchos, que nunca hubieran votado a partidos de derecha, ahora están votándolos, para espanto de los líderes de la izquierda y los medios sometidos a la misma. La forma de combatir ese voto creciente a la derecha no ha sido desde las ideas, sino desde la demonización, creando una caricatura grotesca del adversario de derechas, y llenando a la gente de temores. Pero sin debate.
Y lo cierto es que la izquierda no sólo está perdiendo votos, también está perdido la batalla de las ideas. Porque cuando siembras mentiras y etiquetas, cualquiera que se pare a escuchar durante 5 minutos a un político de derechas, se dará cuenta de que el discurso de la nueva derecha tiene sentido. Y entonces no quedan más argumentos que las etiquetas.
Es la izquierda la responsable de esta situación. Y lo es por varias razones:
porque han perdido el apoyo de la clase obrera
porque han olvidado sus ideales originales y los han cambiado por la lucha a favor del lenguaje incluso y por defender a minorías que nada tienen que ver con las izquierdas.
porque (al igual que sus adversarios) han buscado el apoyo de los separatistas, independentistas e incluso de los terroristas.
porque se han alimentado con la violencia de los colectivos okupas, de anti sistema y de radicales.
porque han tomado como enemigos a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.
porque la corrupción ha hecho que su discurso se vuelva poco creíble, desde políticos defensores de lo público que llevan a sus hijos a colegios privados, a políticos que viven en mansiones de lujo.
porque se han vaciado la palabra “fascista” para usarla como un gatillo que pone fin a cualquier posibilidad de diálogo. De esa manera siembran el terreno para que verdaderos fascistas ganen discusiones por un argumento tan débil.
porque quieren sacar rendimiento político de una guerra civil e implicar a una generación que no la vivió y que se repita el odio de españoles contra españoles.
porque en el debate de ideas han deshumanizado a los que no piensan como ellos, sólo ven franquistas, fascistas con lo que no hay que debatir.
porque la lucha de hacer cien años no es la misma que ahora y necesitan encontrar a los verdaderos enemigos de su revolución.
porque han sido inflexibles con la corrupción de sus adversarios, e inflexibles con la corrupción de los suyos (cosa que ocurre en cada facción política).
porque entienden que endeudarse sin fin y gastas más de lo que ingresa el Estado es razón de ser.
porque creen que ser de izquierdas es ser no sólo ateo, sino que la ofensa a la religión es un derecho. Matizo, la ofensa a la religión cristiana, nunca al Islam.
porque si aspiran a gobernar deben entender que en nuestro país a parte de minorías hay todo tipo de personas, personas ateas, y personas con fe, jóvenes revolucionarios, y ancianos conservadores.
No soy de izquierdas, pero veo la necesidad de pluralidad, y respeto a las personas con anhelo de justicia que militan en sus filas, pero creo que para una saludable vida política España necesita a:
1. una izquierda que no se avergüenza de ser española.
2. una izquierda que es razonable con el gasto y que no compromete a las generaciones venideras.
3. una izquierda comprometida con la injusticia y los más desprotegidos principalmente.
4. una izquierda que admite la pluralidad y que es capaz de pactar sobre programas, en lugar de contra otros.
5. una izquierda cuyos líderes son coherentes con sus ideales, y que es igual de inflexible con la corrupción propia y ajena.
