Llamadme hombre del futuro. En mi mundo el Wifi era algo rarísimo. Si encontrabas una señal Wifi es porque era de un particular que había dejado la red abierta. ¿Enchufes? ni hablar, si encontrabas uno en un aeropuerto es para el uso de los aspiradores de los de los servicios de limpieza.
Pero aquí estoy, en 2019, con enchufes y puertos de carga usb por todos lados, con pegatinas de WIFI GRATIS.
Ahora.
¿Ahora que tengo datos casi ilimitados en mi teléfono?.
¿Ahora que tengo baterías externas baratas y suficientes como para abastecer un pueblo de 2000 habitantes?.
Ahora no quiero. Bueno, voy a coger un poco de ese puerto de carga usb con mi cable de 1.5 m cubierto de nylon. Pero tampoco te creas, querido presente que eres imprescindible. Durante muchos años he soñado con la conectividad ubicua. De hecho comenzaba mis post con las palabras en negrita Post mobile. Mira por donde este es un post mobile, pero ni lo he puesto, porque ahora todo es mobile, todo es inalámbrico. Y en cuanto los datos, ya ni miro la aplicación de mi operador para ver mi consumo (bueno, lo he mirado, me quedan 22 Gb).
Ahora soy un trabajador más móvil que nunca. Motorizado. Esta mañana estuve en el sur de Toledo. Toda la mañana. Aproveché para mandar correos con el portátil desde la privacidad de mi coche. Esta tarde estoy en Rivas. He llegado con tiempo de sobra y me he refugiado en un McDonalds. Sólo he pedido una Fanta Zero. Estoy con mi MBA (Mac Book Air) que es el mejor portátil que he tenido nunca. Su batería dura y dura. Y es resistente. Lleva ya unos años conmigo y sigo muy satisfecho por sus servicios prestados. Aprovecho para abrir IA Writer y darle a las teclas. Este es uno de los años más prolíficos que estoy teniendo, ya estoy revisando el manuscrito del segundo volumen de Vidas en red, y tengo para un tercer libro.
Y hace calor. Hoy he puesto el aire acondicionado en el coche. Voy huyendo de las plazas de aparcamiento en las que da el sol. Calor. También lo sufrimos los conductores. Acabo de leer en Menéame que vienen novedades para los que se quieren sacar el carnet, por un lado podrás con el carnet "básico" el de conducir turismos, conducir vehículos más pesados, por otro lado lo están complicando, van a admitir menos errores en el exámen teórico. Y encima aumentan los tiempos de espera entre exámenes prácticos suspendidos. Este es el país de la burocracia. No lo digo lo suficiente, me alegro muchísimo de haberme sacado el carnet. Sí, he tardado. Pero lo me lo saqué cuando empecé a hartarme de verdad y ver que la vida podía mejorar. Un consejo a la hora de motivarte: la ilusión es mucho más poderosa motivadora que el miedo. Funciona. A mí me ha funcionado.
El McDonalds en el que estoy se llena de enchaquetados como yo. Hay varios edificios de oficinas y aquí están comiendo (o merendando). Volvamos al nomadismo. Algunos asientos de McDonalds no tienen respaldo, tal es el caso de los McDonalds más orientados a familias con niños. Para un nomadista que aprovecha los tiempos de espera a medio día haciendo tiempo es insufrible no tener donde apoyar la espalda. Afortunadamente en el que estoy tiene respaldo acolchado, ¡y enchufes!. Además estoy en una mesa orientada en una esquina, con la pantalla de mi equipo hacia la pared, lejos de las miradas indiscretas. Me he montado un rinconcito de escritura la mar de cómodo.
En cuanto al Wifi del Vips no está mal. Varía mucho de un restaurante a otro. Además se corta la conexión a los 30 minutos, es muy incómodo. Pero por lo menos no te pide que des tus datos de redes sociales. Yo tengo perfiles que no uso en RRSS, pero ni esos me gusta usar. Ya no me fío de Wifis ajenos, así que opto por mi compartir datos.
Es la hora de levantarse y seguir adelante. Una reunión con mi cliente me espera. Lejos quedaron las jornadas de tren, las paradas de autobús en páramos desiertos. Echo de menos esos momentos. Me alegro de dejarlos atrás. Como todo en la vida, se mezclan los tipos de experiencias.