
Ahora.
¿Ahora que tengo datos casi ilimitados en mi teléfono?.
¿Ahora que tengo baterías externas baratas y suficientes como para abastecer un pueblo de 2000 habitantes?.
Ahora no quiero. Bueno, voy a coger un poco de ese puerto de carga usb con mi cable de 1.5 m cubierto de nylon. Pero tampoco te creas, querido presente que eres imprescindible. Durante muchos años he soñado con la conectividad ubicua. De hecho comenzaba mis post con las palabras en negrita Post mobile. Mira por donde este es un post mobile, pero ni lo he puesto, porque ahora todo es mobile, todo es inalámbrico. Y en cuanto los datos, ya ni miro la aplicación de mi operador para ver mi consumo (bueno, lo he mirado, me quedan 22 Gb).

Y hace calor. Hoy he puesto el aire acondicionado en el coche. Voy huyendo de las plazas de aparcamiento en las que da el sol. Calor. También lo sufrimos los conductores. Acabo de leer en Menéame que vienen novedades para los que se quieren sacar el carnet, por un lado podrás con el carnet "básico" el de conducir turismos, conducir vehículos más pesados, por otro lado lo están complicando, van a admitir menos errores en el exámen teórico. Y encima aumentan los tiempos de espera entre exámenes prácticos suspendidos. Este es el país de la burocracia. No lo digo lo suficiente, me alegro muchísimo de haberme sacado el carnet. Sí, he tardado. Pero lo me lo saqué cuando empecé a hartarme de verdad y ver que la vida podía mejorar. Un consejo a la hora de motivarte: la ilusión es mucho más poderosa motivadora que el miedo. Funciona. A mí me ha funcionado.
El McDonalds en el que estoy se llena de enchaquetados como yo. Hay varios edificios de oficinas y aquí están comiendo (o merendando). Volvamos al nomadismo. Algunos asientos de McDonalds no tienen respaldo, tal es el caso de los McDonalds más orientados a familias con niños. Para un nomadista que aprovecha los tiempos de espera a medio día haciendo tiempo es insufrible no tener donde apoyar la espalda. Afortunadamente en el que estoy tiene respaldo acolchado, ¡y enchufes!. Además estoy en una mesa orientada en una esquina, con la pantalla de mi equipo hacia la pared, lejos de las miradas indiscretas. Me he montado un rinconcito de escritura la mar de cómodo.
En cuanto al Wifi del Vips no está mal. Varía mucho de un restaurante a otro. Además se corta la conexión a los 30 minutos, es muy incómodo. Pero por lo menos no te pide que des tus datos de redes sociales. Yo tengo perfiles que no uso en RRSS, pero ni esos me gusta usar. Ya no me fío de Wifis ajenos, así que opto por mi compartir datos.
Es la hora de levantarse y seguir adelante. Una reunión con mi cliente me espera. Lejos quedaron las jornadas de tren, las paradas de autobús en páramos desiertos. Echo de menos esos momentos. Me alegro de dejarlos atrás. Como todo en la vida, se mezclan los tipos de experiencias.