4/2/23

Así paso mis días (tomado de mi diario durante la convalecencia)



Así paso mis días, con mucho tiempo libre, a la vez que limitado en el uso de mi vista, que es mi principal herramienta de ocio. Leer es lo que más hecho de menos. El asunto de la escritura lo tengo solucionado: escribo como un pianista ciego interpreta sus notas, sin mirar la pantalla, con mis ojos cerrados. Ahora me dado por usar el MacBook, por varias razones: no hace ruido, no lo tengo que encender, y si quiero llevármelo a otra parte de la casa lo puedo hacer ya que es un portátil. Y es bonito. Sin embargo echo de menos el PC y sus dos pantallas, que me permiten tener la mesa más despejada. Grabo los podcast con el micro Zoom h2n. Y las ideas para grabar me vienen. También los ingresos, por alguna razón me están subiendo los ingr3sos de Spreaker. No como para vivir del podcasting, pero sí como para pagar algunas cosas.


Mientras escribo esto escucho una emisora de radio de “Radio Garden” http://radio.garden/visit/los-mochis/yd3j6DAZ en concreto una emisora de Sinaloa, México, llamada "Los mochis". Lo que me gusta es que ahora es por la mañana en México y es cuando hablan, de noticias locales (muertes por cohetes de pirotecnica navideña) o de una vacuna áraba llamada Abdalá, y la vacuna cubana, que al parecer ha llegado al país. Por lo visto la vacuna de manufactura mexicana tampoco ha pasado la "certificación" de las mismas autoridades mexicanas. No sé cómo irá allá la pandemia, pero hablan de la necesidad de vacunarse (no todos lo están) y animan a la gente a usar cubre bocas, así es como llaman a las mascarillas.


Hoy supe por un correo de un seguidor de Uruguay de un escritor también uruguayo Mario Levrero, un tipo muy peculiar, de culto, muy aficionado a su computadora. Lo que era una de tantas recomendaciones que recibo por email se ha vuelto algo de gran interés para mí. He terminado en dos días un libro de dos ex betelitas a los que oí en una entrevista de Youtube.


Apenas leí un fragmento que me mandó mi seguidor de Uruguay me encantó. Una búsqueda rápida me mostró que Mario Levrero no sólo era un adicto a su computadora (programaba en Visual Basic) sino de P. K. Dick. No hay más preguntas señoría. El libro que he comenzado se titula "La novela luminosa" y está escrito en forma de diario. (Termino mi café, el tercero del día. Algo dentro de mí me pedía a gritos un café, lo he tomado dudando de si la hora, pasadas las 1630 me afectaría al sueño, pero el placer indescriptible ha cerrado cualquier duda interior).


Qué chisme tan curioso el e-reader. El que yo tengo es el Kindle. Un chisme limitado para todo, excepto para libros conseguidos de manera alternativa. Amazon te permite enviar a tu correo kindle casi cualquier documento que podrás leer. Así estoy leyendo al difunto uruguayo. Que esté muerto alivia mi mala conciencia. Si hubiera tenido un dispositivo como el kindle durante mi paupérrima juventud lectora hubiera leído aun más. Y eso que de jóven leía de manera compulsiva. No ahorré nada, porque cuando llegaba mi abuelo para aliviar mi economía podía gastarme TODO el dinero en una semana en libros. Mi padre, prudente él, me preguntaba si no me interesaba guardar algo de dinero. No entendía la pregunta, ¿para qué guardar el dinero? tenía casa, ropa, comida, el resto era para libros. ¿Qué no tenía dinero para tomarme un refresco con mis amigos? no me importaba, los libros suplían cualquier otra carencia.


Mi amigo JL me comenta eso mismo, imagina, un Kindle, un cargador solar, una isla desierta (es decir, tiempo). Eso significa leer día y noche porque, claro, la única fuente de entretenimiento es la LECTURA ILIMITADA, y sin duda es mejor que esa agujero de tiempo que es Internet. Aprendo muchas cosas, sí, socializo, pero la experiencia de leer un libro es insustituible.


En mi salida a caminar vuelvo a grabar un audio para el canal de la Isla. Sigo escribiendo en el blog, pero lo hago como un irracional idealista. Los blogs han muerto. Casi nadie lee, ahora todo es audio o vídeo. Así que además del podcast está bien grabar audios en exclusiva para los que amablemente forman parte del canal. Es una forma de audio blog. Lobo lo hace en su canal. Por cierto, mientras camino me pongo al día con el canal de Telegram de Lobo. Está en el sur, en cádiz. Cuanta cómo ha tenido que ir a Algeciras a darse la "duchita" Es tremendo lo que está haciendo, vivir en un coche. Aunque me molesta que se queje diciendo que "no tiene derecho ni a darse una ducha". ¿Existe el derecho a adarse una ducha? quiero decir, si libremente has decidido no trabajar, no tener casa, y por lo tanto no contribuir con tus impuestos... ¿por qué exiges que los demás te paguen una ducha? esas son las contradicciones de Lobo.


Me planteo iniciar el PC. EL MBP (MacBook Pro) es muy útil, y los altavoces son fantásticos. Para mí es una máquina de escribir que siempre está lista. El PC es bastante silencioso, pero es que cada vez llevo peor los ruidos. El NAS hace su ruido, muy poco, si pudiera me lo llevaba a otra habitación.


Pienso en el escritor uruguayo, como muchos escritores establecidos son gente que no tienen un trabajo con un horario. Disponen de amplio tiempo libre y luchan con la pereza que les da ponerse a escribir. Cuanto más ocio, más pereza, y si encima eres un neurótico, que vives con horarios de locura, la receta del vacío existencial está servida. La novela que leo en realidad es un diario, un recurso que usan muchos escritores. Recuerdo haber leído a Phillip José Farmer, un conocido autor de CF, este trabajaba en una fábrica de acero, como sencillo peón, en esa época su mente no dejaba de trabajar, mientras movía toneladas de acero, su mente trabajaba en sus historias. Pero cuando pudo dedicarse profesionalmente a la escritura se quejaba de que bebía demasiado y miraba la TV demasiado. Es decir, se quejaba de falta de propósito. Sospecho que lo mejor que te puede pasar es que lleves una vida poco ociosa, porque el ocio puede ser indicativo de falta de propósito, si estás ocioso es porque no tienes mucho que hacer, y si no tienes mucho que hacer es porque no tienes propósito.


He encendido el Fire más pequeño. Me sorprende lo bien que funciona, es fluido, sus cámaras son penosas, pero justas con luz, y el altavoz es correcto. Sigue siendo un equipo interesante, mientras escribo esto escucho “Wicked games” de Chris Isaac. A la vez sigo una emisión en directo por Telegram del programador Terry Davis. Paro para seguir leyendo mi libro del escritor uruguayo en el Kindle. Un buen escritor transforma esa sucesión de días anodinos en algo interesante, y mi escritor es un tipo que se pasa el día en casa, leyendo, tomando medicinas, jugando a las cartas en su PC, y angustiándose. Terry Davies sigue grabándose con OBS mientras usa Temple OS, el vídeo es del 11 de Abril de 2016, a las 7 am. Este señor se grababa usando su computador en sus sesiones de ocio, uso de su SO hecho por sí mismo, y consultando esa especie de oráculo divino que era un programa que soltaba palabras de modo aleatorio, en su enfermedad mental veía orden en esas palabras al azar.