Esta es una de las noticias que te alegran el día, un cooperante español, Javier Solá del Open Institute ha permitido la implantación del software libre en las escuelas de Camboya, en el idioma autóctono. Las ventajas son evidentes, el ahorro, software en un idioma que permite a los alumnos aprender mucho más rápido (antes tenían que aprender los conceptos en otro idioma), y la recuperación de la inversión para la compra de más equipos.
Creo que es una noticia que lo que nos tiene que hacer ver es el injusto sistema de licencias, y no sólo es cuestión del precio, sino que el productor del software suele despreciar al "cliente" minoritario que se expresa en un idioma que no le va a generar beneficios. Si los Camboyanos son pocos, y no van a comprar suficientes licencias, para Microsoft no son clientes que valgan la pena. Una vez que Microsoft empiece a ver que colegios, empresas y usuarios usan software libre tal vez, nos ofrezca una de sus miserables ofertas, pero no nos engañemos, no es más que un truco para que, una vez que todos vuelvan al redil, volver a apretar su puño sobre nuestro cuello.
Esto no ha hecho más que empezar, si latinoamérica y Asia se vuelven al software libre, si los fabricantes de hardware lo colocan de fábrica en sus computadoras (proporcionando drivers) entonces el Imperio se sentirá de verdad amenazado, si la comundidad de desarrolladores sigue trabajando a este ritmo y con esta calidad se hará cada vez más evidente que la tecnología de Microsoft queda obsoleta e ineficaz.
Siempre lo he creído, el software libre será un impulso en el desarrollo de latinoamérica y de otros países del segundo y tercer mundo, y ese impulso hará que avancen por delante de nosotros. Bien por ellos, bien por el software libre.
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Proyecto KhemerOS.
Open Institute.