Croquetas... saladas, dulces, de gambas, de bacalao, de queso y nueces, de tomate... te las venden en raciones de 6, pero puedes combinarlas de dos tipos.
Nuestra idea era ir a comer croquetas, y nos encontramos con otros platos aún más suculentos como:
"Don Antonio", una leyenda en el mundo de los revueltos... a ver si eres capaz de comértelo entero sin desmayarte ni precisar los servicios de urgencias.
"Don Antonio": un revuelto de huevos estrellados, patatas fritas (de verdad, como las que hace tu madre en casa), lomo y jamón. Un plato que difícilmente fuí capaz de comerme. Es la primera vez que veo que la foto del menú y la realidad no sólo coinciden, sino que la realidad supera a la foto.
Natillas: con un toque de anís, caseras de verdad.
Flan de huevo: todos los demás flanes que te has comido antes son de mentira, esto SÍ es un flan.
Tarta Muerte al chocolate: ligera y nada empalagosa (no la probé, pero vi la foto).
Javier, el camarero: no se come, pero es un tipo estupendo, atento, servicial, con buen humor y dando las mejores recomendaciones (cada vez destaca más ver a un profesional hacer bien su trabajo en este sector).
Y de despedida, otro detalle: croqueta de chocolate (una cosa bien rica), en por fuera parece una torrija (azúcar y puede que canela), y por dentro una masa ligera y nada empalagosa de chocolate. Una delicia.