Hola, lector solitario. Gracias por visitas Vidas en red en su formato palabra impresa (impresa en pantalla, pero impresa). Este sitio fue un verdadero carnaval, lleno de visitantes, contenidos, vídeos y más cosas. Aquí he escrito durante décadas todo tipo de reflexiones, vivencias (¡en movilidad!) y descubrimientos que he hecho en la red: NO TE HE ABANDONADO, aquí sigo, vivo, ocupado, y generando contenido casi a diario. Si bien es cierto que donde estoy más ocupado es grabando para el podcast, y muy de vez en cuando haciendo algún vídeo.
Que haya bajado el ritmo no significa que haya dejado esto del blogging. Me sigue apasionando la palabra, más que incluso grabar. Me parece un acto más íntimo y mucho más poderoso a la hora de conectar con otros, el problema es que nos dirigimos a una era de analfabetismo. Es triste, pero mejor que miremos cara a cara a la realidad. Estamos cultivando generaciones de espectadores de vídeos de 15 segundos, manipulables, ignorantes, iletrados y con déficit de atención. Ten cuidado que no te pase lo mismo. Esto se cura sumergiéndote en las inmensas y solitarias bibliotecas digitales donde encontrarás nuevas vidas que vivir, y fascinantes personajes con los que conversar. Yo he hecho mi pequeña contribución a esa biblioteca con dos libros y muchos relatos. Espero que los disfrutes.
¿Y en qué ando ahora? aunque no estoy desconectado del mundo de la tecnología, estoy muy ocupado en mi vida personal, y en mi vocación, mi otra vida, cuando me cambio mi traje corporativo por el de una persona que sueña con ser un pastor a tiempo parcial y cuida a otros. Eso implica mucha lectura, mucho estudio, y en lo posible, pasar tiempo con otras personas. Y sí, es muy satisfactorio. He hecho algunos poderosos cambios de hábitos, me levanto mucho más temprano para leer y orar, para hacer media hora de ejercicio, eso me deja el día más libre para otras ocupaciones.
Tranquilo, no he dejado Vidas en red, de hecho si sigues mi podcast en Spreaker me encontrarás subiendo contenido casi de lunes a viernes, además de Twitter, donde comento alguna cosilla, pero lo leo poco, Twitter es un pozo de toxicidad y desinformación que puede sacarte una úlcera si te descuidas.