8/4/13

Tecnología en House of Cards

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He terminado de ver la primera temporada de la terrible serie "House of cards", una serie sobre las corruptelas del poder en Washington, la manipulación, y sobre la venganza de un inteligente, malvado y conspirador cargo. Kevin Spacey está inmenso interpretando un papel que le viene como un anillo al dedo, el papel del hijo de perra más retorcido que pueda haber. De vez en cuando se vuelve a la cámara para explicarle al espectador cómo está utilizando a las personas.

Ok, vayamos al tema de la tecnología. No sé si Netflix recibe dinero de Apple, o es que simplemente sus guionistas son unos fans de la manzana, porque aquí, casi todos usan iPhone, excepto el protagonista, que tiene una Blackberry y juega a la PS3 (sí, no os lo perdáis). Su mujer tiene un iPad, pero en un momento de la serie (ver foto) él está trabajando en su iPad con un teclado Bluetooth. La verdad, es la primera vez que veo eso en TV.

Como detalle, un recurso que estamos viendo cada vez más en series, cuando alguien recibe un SMS, correo, o iMessage, en pantalla se ve el "bocadillo" con el texto recibido.

Creo que esto es normal viniendo de Netflix, empresa líder en ofrecer contenidos audiovisuales online (pelis y series). Una de las protagonistas es una periodista que frustrada por las limitaciones del periódico para el que trabaja termina ofreciendo sus servicios a una web de noticias (tipo TMZ) donde la inmediatez lo es todo, y donde Twitter es un arma capaz de hundir a un congresista.

No, la serie no va de tecnología, pero es que la misma está tan presente en nuestras vidas que sorprende ver una serie que hace uso de ella con naturalidad (no en plan cueva de Batman).

Si alguien hiciera una serie sobre la gente que lee este blog, o los amigos y compañeros de podcasting y la pequeña comunidad que se ha formado, aunque sólo tratara de las historias personales ¿no creéis que parecería una serie de tecnología?, los que me leéis sois usuarios intensivos que revisáis el Twitter nada más levantaros y seguramente mientras aliviáis vuestras vegijas tras una noche de incontinencia, ¿me equivoco?.