
El equipo es un paso atrás en peso, pero es muy muy bonito, robusto, siguiendo la línea de aquel otro Thinkpad que tuve (que creo que era más delgado), un equipo al que te podrías llevar al frente Afgano y volvería intacto, porque es una bestia acorazada. Un detalle, las bisagras que sostienen la pantalla son metálicas y sólidas.
Linux no ha dejado de crecer en mi ausencia, y sigue estando lleno de detalles que hacen que la experiencia de Escritorio sea muy muy cómoda. Si el Chromebook es ideal para muchísimas personas, Linux lo es en un sentido mucho más amplio. Es completo, lleno de aplicaciones, y estéticamente es sin lugar a duda alguna el Escritorio más bonito y con más posiblidades. Pero también esconde sus peros, esas pequeñas fuentes de frustración. Si la instalación de Linux es ridículamente sencilla (y eso que vengo de una unidad SSD sin formatear), cuando hay problemas de dependencias o bien vas a instalar algo y te sale un mensaje de error..... te puedes volver loco. Eso es lo que me está pasando con un Widget que monitorea la velocidad de la CPU (creo que se llama Conky), pero tampoco he sido capaz de poner los que vienen en el sistema. Por cierto, excelentes los temas que tiene LinuxMint.