Leo en el
blog de Kirai esto:
"El señor Yagi, trabajaba 70 horas a la semana y gastaba tres horas y media cada día en el tren para ir y volver del trabajo, murió a los 43 años. En su diario personal escribió “Al menos los esclavos tenían tiempo para comer con sus famílias."
En mi caso son tres horas al día de transporte público (puede que algo más), ya que son cuatro desplazamientos de 45 minutos (sin todo va bien). Creo que ya es hora de que nuestro Gobierno haga un esfuerzo por regular los horarios y hacerlos no sólo más productivos, sino más adaptados a las grandes ciudades.