28/8/19

Las Tablets no son para el verano

(Post mobile) Os comparto unas notas que originalmente fueron tomadas con mi fiel cuaderno Moleskine (regalazo de JL).

Este verano el iPad Pro ha viajado conmigo. Recuerdo el primer verano que viajé sin portátil, llevando un iPad (de los antiguos) y mi teclado BT Targus que todavía lo uso con cierta intensidad. Mirad esta entrada del año 2012 donde muestro una foto de mi “Escritorio” de vacaciones: http://www.vidasenred.com/2012/04/herramientas-para-blogging-en-movilidad.html

Desde entonces muchas tablets me han acompañado y el iPad ha sido una constante.

Sin embargo el iPad Pro este verano ha salido perdiendo. Apenas lo he tocado. He usado con mucha intensidad el Xiaomi Mi Max 2 (6,44” de pantalla) y el Samsung Note 9 (6,4” de pantalla). El Mi Max es un teléfono ya veterano (año 2017) y todavía sigue conmigo, funciona genial. Las ventajas del Mi Max 2 en mis usos veraniegos son:

-equipo de batalla, me permito llevarlo a la playa y darle uso sin preocupaciones.
-buena pantalla, ideal para leer (You Version), Twitter, textos, web.
-podcast. Una pena que otros compañeros graben tan poco, aunque tampoco les puedo dar lecciones.
-vídeo. Principalmente Youtube y Netflix.
-Waze. El GPS del Mi Max 2 sigue siendo superior al de todos los Samsung juntos.

El Note 9 también lo he usado pero ya en entornos tipo restaurantes y cafeterías, así como en la habitación del hotel.

¿El fin de las Tablets?. Escuchando al señor Pasancor (cuyo podcast recomiendo) he reflexionado sobre la actualidad de las tablets y su continuidad y he llegado a las siguientes conclusiones:


  1. me sorprende que algunos modelos nuevos de tablets no tienen mejor hardware que sus predecesoras, hablo de Huawei y Samsung.
  2. las tablets más competentes son aquellas que rondan las 7 u 8 pulgadas. Pero esto ya entra en la categoría Phablet, es decir, un híbrido asesino entre Smartphone y Tablet, genéticamente superior, más adaptado a todo. Creo que el Phablet es lo que va a instaurarse, y no veo el momento en el que Samsung o el resto den el salto a las 7 pulgadas. Recuerdo con lágrimas en los ojos el podcast del señor Neo 7 hablando de la Huawei MediaPad X2 (https://www.gsmarena.com/huawei_mediapad_x2-7075.php) ¡exactamente 7 pulgadas! 4G, llamadas, todo lo que se espera de un Smartphone pero con una pantalla ideal para consumir todo tipo de contenidos. Mirad el Huawei Mate 20 X (https://amzn.to/2MG2y7b) y esperad a que baje de precio, pero ese es el camino a seguir.
  3. el salto a las 7 pulgadas hace que la mayoría de las Tablets sean completamente prescindibles. En mi caso, ver series de Netflix (Final Space) o vídeos de Youtube. Con el Mi Max es una delicia.
  4. las ventajas de un Phablet son: pantalla y batería. Dos elementos de los que poco se habla. Pero que sigue siendo lo suficientemente manejable para llevar encima.
  5. el uso en posición de tumbado en la cama, y la capacidad de moverte por la casa (salón, cocina, WC y estudio) es fundamental. Con una tablet el uso en la cama puede ser complicado (peso y tamaño), y a la hora de moverte por la casa también, por problemas de espacio (dónde la dejas en un baño que suele estar atestado). Estas vacaciones estar en la cama, en la arena tumbado, o en el baño aseándome han sido las ubicaciones estratégicas, y en todas el Mi Max 2 ha destacado.


Escritura. A la hora de escribir ha ganado lo analógico. El cuaderno Moleskine ha ido conmigo a todos lados y me ha ayudado a terminar de perfilar mis ideas para una charla que tengo que dar en Septiembre, además he tomado notas para post, podcast, y para algún relato que tengo atascado. Escribir es terapeútico, relajante, y escribir con papel un boli Pilot G-2 de tinta líquida es esencial.

A la hora de escribir con teclado el campeón es el MacBook Air. Pensé en llevarme el Lenovo, pero la última parte de las vacaciones (una semana con familia, y otra semana con mi esposa) implica que iba a escribir poco y que necesitaba algo ligero (en caso de que no escribiera nada). El MBA en ese sentido es mejor que un Chromebook, tiene la ligereza y autonomía del mismo, pero… tengo algunas herramientas de escritura. Pero siendo honesto os diré que el único procesador de textos que he usado ha sido Google Docs (estoy viendo a Mahjong levantándose y gritando ebrio de victoria).

Conexión de datos. La conexión de datos ha ido a cargo de mi tarifa de Vodafone (35 Gb) en el Note 9. Por momentos he pensado que la terminaría agotando, pero no, han sobrando algunos Gigas. Pregunta: “Converso, ¿y por qué no te sacas la tarifa infinita?” respuesta, porque con los descuentos actuales pago menos, y porque con 35 Gb me sobran datos.


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27/8/19

Contenidos digitales para vacaciones


Dentro de los contenidos que he consumido estas vacaciones se encuentra la serie de animación de Netflix Final Space https://es.wikipedia.org/wiki/Final_Space es una serie de “dibujos”. Por la temática yo diría que es más bien para adultos, aunque no hay sexo ni lenguaje explícito, aunque sí que hay violencia muy macabra, creo que un niño no entendería mucho de la historia. Tampoco es que sea demasiado profunda, al menos hasta donde yo he visto. No se trata de aventuras independientes, sino de una historia contada por episodios, es original, y muy Space Opera. De momento me va gustando.

La abundancia de contenido abruma, esto es algo que el maestro Cabrera nos ha enseñado en su podcast no pocas veces. En Netflix, Amazon Prime y HBO tengo marcadas pelis y series para ver…. pero que no termino de ver porque no me veo con el ánimo necesario. Supongo que es normal. Hay contenidos para disfrutar en verano, y contenidos para disfrutar el resto del año. Ese es el caso de la segunda temporada de Mind Hunters, serie que me encantó, pero que en verano no tengo ganas de ver escenarios de asesinatos ni criminales locos. En verano necesito ver tramas diferentes.

Comencé a ver la violentísima The Boys (Amazon Prime) promete, y mucho. Pero la he aparcado en el primer episodio, espero seguir viéndola en Septiembre.

Otro es el caso de los libros. He comenzado la saga que tan amablemente me regaló el señor Bato: “El nombre del viento”. Voy avanzando poco a poco, pero lo cierto es que estoy leyendo la Biblia, poco más. Tengo un plan de lectura que cubre lecturas diarias, y estoy disfrutando mucho este verano con mi lectura del texto bíblico, me proporciona material para reflexionar y sobre el cual escribir en mi Moleskine. Y me proporciona una paz enorme. Con esto no quiero ponerme en plan fariseo Instagramer (miradme, soy superior y más espiritual), es más, quizás algunos me juzgen mal por precisamente leer un texto religioso. Sólo comento mi experiencia, y mi experiencia es que este verano la lectura de la Biblia me ha hecho mucho bien. Volver a leer los libros primero y segundo de Reyes ha sido una delicia, leer del profeta Elías y luego de su discípulo Eliseo, su fuerza espiritual, su valor, su soledad frente a adversarios colosales, es muy inspirador. Leer de las luchas del profeta Jeremías, otro que iba contra corriente frente a una invasión de Nabucodonosor, un tipo ignorado, odiado, pero que ¡mira tú por donde! tenía razón, es muy muy interesante. Me hace pensar en cómo un sólo visionario es ignorado por su generación, y a la vez es una persona con las claves para la salvación de una sociedad entera.

Una cosa que he visto en la zona donde he estado la última parte de mis vacaciones (una playa de Cantabria) es muchas caravanas y furgonetas camperizadas aparcadas en la vía pública, incluso al lado del hotel. La guardia civil pasaba continuamente delante (había un pequeño cuartel) y parece ser que en esta zona está permitido. Es curioso. Me atrae mucho el concepto de la caravana y de poder viajar y tener tu vivienda contigo. Mi esposa no comparte el mismo entusiasmo. Tampoco tengo los medios ni las ganas de invertir en una aventura así. Los que pernoctaban en estos vehículos eran en buena parte surfistas. Una de las noches recuerdo pasar por una caravana y pude escuchar el sonido de una sartén en la que se estaba cocinando algo.

También estas vacaciones han sido tiempo para disfrutar de conducir, ¡ya sin la L!. Mi primera parada fue Granada para pasar unos días con mi madre. Luego volví a Madrid. Desde Madrid paramos en Almendralejo camino de Cádiz, y de allí a Huelva (zona de sierra), para pasados más días volver a Madrid, poner lavadoras, reorganizarnos y poner rumbo al norte. Desde nuestro hotel en una playa de Cantabria aprovechamos para visitar pueblos cercanos, ir al parque natural de Cabárceno, y por supuesto visitar Santander. Gracias a todos los que os habéis dado de alta en Waylet con mi código de amigo "4v2v2232", esto me ha permitido aliviar el gasto en combustible. Disfruto mucho de conducir y cada vez me siento más seguro. Eso sí, sigo aprendiendo y descubro algún error que pulir. Lo que no ha cambiado es la enorme ilusión que tengo con las posibilidades que se han abierto ante mí. Mi vida es mucho, pero mucho más cómoda.

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25/8/19

Vacaciones Geek

En la segunda parte de estas vacaciones me han acompañado:

iPad Pro
MacBook Air
Xiaomi Mi Max 2 (2017)
Samsung Galaxy Note 9
Smartwatch Galaxy Gear 3 Frontier
Chromecast

Fuimos camino del norte, pero hicimos una parada en un bonito hotel balneario en medio de la nada. Allí fue donde Google Maps nos hizo una jugarreta muy fea: en lugar de llevarnos por
la ruta más rápida (ir hasta Bilbao por la autovía A8) y luego un trayecto más corto por Carretera Nacional y Comarcal, lo que hizo fue, desde Burgos, llevarnos por carretera Nacional y unas carreteras de mala muerte que nos metieron en una ruta pintoresca, muy bonita, pero con caminos casi sin señalizar. Ya recuerdo por qué dije que Google Maps nunca más, te hace unas jugarretas feísimas. Y en nuestro caso, cuando nos quisimos dar cuenta ya era tarde. Eso fue anecdótico.

El Wifi de los hoteles ha sido realmente malo. Supongo que el hotel en el que estuvimos en Cantabria no tenía fibra óptica, o que la cantidad de clientes y el escaso ancho de banda hicieron que funcionáramos a velocidades de los principios del Adsl. La conexión a Internet se ha realizado con el Galaxy Note 9 y sus 35 Gb de datos con las tarifas antiguas de Vodafone. He hecho un uso muy intensivo de las mismas, me sorprende que a pesar de las horas mirando vídeos, no haya agotado mi tari

Al final el iPad Pro es el que ha salido perdiendo. He tirado de Smartphone para hacer casi cualquier cosa. Mi lectura diaria de la Biblia con You Version la hacía con el smartphone, a parte de podcast, Youtube, Twitter e incluso navegación web. Y no, no he grabado mucho. No he encontrado las ganas, ni las ideas. Como apenas veo la TV ahora me he visto rodeado de televisores, restaurantes, cafeterías, hoteles… y lo que veía me horrorizaba. Hemos llegado a un nivel de manipulación grotesco. Desde el Open Arms, o la atención que le han dedicado a las operaciones quirúrgicas del rey emérito Don Juan Carlos. Y Twitter no ha hecho mucho para aliviar mi bilis, afortunadamente hay más información de verdad en Twitter que en todos los canales de TV juntos.

El Mi Max 2 se sigue comportando. Es mi equipo secundario, pero es mi navegador principal (por supuesto con Waze). En la playa me ha acompañado, haciendo de dispositivo de lectura, de podcast (aunque poco hay que escuchar en estos días, todos estamos en modo ahorro de energía).

El amigo Jairo me dio el soplo de que Google Cloud da 300 Euros para gastarlos en sus servicios de servidores virtuales y similares. Todo un hallazgo, así que he pasado las escasas horas de mi tiempo trasteando con Linux, y comprobando mi nivel de ignorancia. Todavía me queda mucho dinero que gastar en ese ecosistema. Como he dicho en algunos podcast: el futuro no es vender hardware, sino alquilarlo virtualmente.

El MacBook Air ha sido el equipo con el que escribir, sacar entradas, y navegar con más comodidad, lo he usado menos, pero lo he usado. Leer las entradas de Rupert en Wifibilidad me ha animado a escribir, aunque, com habéis podido comprobar, no he escrito casi n
ada.

Iba a pensar en llevarme el monitor portátil adicional, pero no me lo llevé, y me alegro. Los hoteles no son sitios pensados para trabajar, las sillas, sillones y mesas que te ofrecen son bonitas, pero muy incómodas, una pantalla más no hubiera servido de nada. Afortunadamente, en el hotel de Cantabria un Smart TV Samsung me hubiera permitido conectarlo al portátil, pero… no llegué a usarlo. El Hotel disponía de buena parte de los canales de Movistar y con eso nos entretuvimos el poco tiempo que pasamos mirando la TV.

Un Chromebook es una buena cosa, pero lo cierto es que el MacBook Air me permite hacer lo mismo, con menos peso, mejor pantalla, y más autonomía. Y encima con potencia suficiente para ver pelis de la calidad que sean.

Analógicamente sí que he escrito con el Moleskine que me regaló JL. No sólo ha sido mi registro diario (posteriormente digitalizado con OneDrive y subido al mismo servicio), sino que me ha servido para trabajar en algunos relatos que tengo a medio hacer. En verano mi cabeza no da mucho de sí. Hay veces en las que lo único que puedo hacer es dibujar (talento este que me gustaría desarrollar) y en este verano, escribir de manera inconexa largas parrafadas me ha distraído, relajado y descansado.

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