18/6/10

La conspiración iPhone: Jobs no quiere tu dinero, quiere tu mente

Steve Jobs fué reclutado por la CIA durante su corto paso por la Universidad, formó parte del programa de drogas experimentales, parte de esa experiencia se puede ver en la película "Piratas de Sillicon Valley" y en el documental "Steve Jobs, el genio", él mismo comenta que sus viajes con ácido aumentaron su conciencia de la realidad y le permitieron comprender cosas que hubiera tardado toda una vida en comprender.

Apple fué fundada con una inyección de capital de la CIA y el lobby industrial estadounidense para frenar el empuje de la creciente industrialización de Japón, el plan inicial de la CIA era que Jobs fabricara automóviles económicos e inundar el mercado con esos modelos, mucho más baratos que los japoneses, pero irónicamente diseñados en Japón, finalmente se decidió que fabricaran ordenadores domésticos.

Desde el principio la inteligencia norteamericana estuvo apoyando el éxito de Apple, el libro de Alex Karnakk "El nacimiento de la era digital" cuenta cómo tras la quiebra de Amiga, BeOS y Atari hubo un plan orquestado para lanzar Apple. "El consorcio Atari/BeOS hubiera llenado el mercado de ordenadores domésticos con gráficos de 32 bits y una potencia nunca vista, el Macartismo aún imperante hacía que se viera con sospechas de comunismo el movimiento de software libre y hardware barato fabricado fuera de los EEUU, Europa nunca perdonó aquellos a los EEUU" pg. 207.

iPhone, siguiendo pautas del socialismo alemán.

El asesor de la CIA Gregory Lem fué el encargado de idear el concepto iPhone tomando como ejemplo el modelo de industrialización nazi, cuando el conglomerado industrial nacional socialista se lanzó a producir modelos de coche económicos (Volkswagen, el automóvil del pueblo) y aparatos de radio más económicos para que los alemanes no pudieran captar las emisiones de la BBC británica. La idea, según asesores de Ronald Reagan era llevar la guerra fría al plano industrial y de control de los medios de comunicación. Aunque el proyecto estaba bien diseñado, Gregory Lem no pudo ver el nacimiento del primer iPhone hasta muchos años después.

El paso de la gran pantalla a la pequeña pantalla.


Para el gobierno norteamericano, preocupado por las encuestas y el apoyo político, el control de los medios de comunicación y por tanto de la opinión de sus ciudadanos era una prioridad, premiar a periodistas afines al régimen, cerrar periódicos y tachar de agentes soviéticos de los periodistas de izquierdas fué una maniobra que duró poco tiempo y que tuvo un alto coste político, ahora la estrategia era llevar un televisor a cada hogar norteamericano, inundar a sus ciudadanos con muchísima información que no pudieran asimilar, programas concurso, vídeos musicales, anuncios de Cocacola exaltando un próspero estilo de vida, y la sensación de amenaza a esa prosperidad. La TV fué la obra maestra del control de opinión, pero.... con la llegada de Internet había que dar un paso más, puesto que las audiencias estaban bajando: esa fué la llegada de la pequeña pantalla, algo que Joel Comiskey, asesor de George Bush hijo llamó "el Pravda digital, la pantalla que te dice qué pensar y cómo sentirte".

El tesoro norteamericano tuvo que desembolsar la escalofriante cantidad de 90.000 millones de dólares a repartir entre Apple, Motorola, AT&T, IBM y un centenar de empresas afincadas en Sillicon Valley, junto con firmas de mercadotecnia, publicistas que harían del iPhone algo que todo norteamericano necesita tener.

Fin de la primera parte, continuará.

Nota- Este post no es real, ni las citas, referencias, documentales, libros, personajes (excepto Jobs y Bush). Me lo he inventado, ¿por qué?, pues porque el Viernes por la tarde estaba aburrido y me sentía inspirado. Además tenía ganas de ver las reacciones de los lectores. La más notoria fué la de mi hermano Ricardo, que me escribió por Skype: "Pero ¿se te ha ido la olla?".