-la Surface Pro
-Batería externa
-Set de cables
-Cargador usb y replicador
-Novela de P. K. Dick “Podemos fabricarle”
-Kit de limpiado de gafas
-Xiaomi Mi Max 2


Ahora son las 16:00, en media hora vuelven a abrir el despacho donde estoy trabajando y a las 18:30 sale mi tren con destino a Madrid. Y no puedo cambiarlo. Va a ser un poco algo contra reloj, aunque ya me quedan dos cosas que hacer, una relacionada con la red, y otra con el servicio de Mantenimiento.
El día se ha vuelto mucho más soleado, y ha dejado de hacer tanto frío. Si os preguntáis por qué no he venido en coche, la razón es sencilla: son dos horas de trayecto en coche, y 1 hora en tren. Y encima la estación está al lado del centro, más cómodo, y sin problemas de aparcamiento, que es el problema de las grandes ciudades. Estoy volviendo a ver “Cómo conocí a vuestra madre” voy por la temporada 4 y una de las cosas que se muestran muy claramente de la ciudad (Nueva York) es que es una estupidez tener un coche. Sencillamente no hay dónde meterlo. No es algo que pase en Madrid, al menos no en todas las partes de Madrid, pero sí en las zonas céntricas a ciertas horas. Los vehículos compartidos eléctricos suponen un gran alivio en ese sentido.
Menos mal que he encontrado esta cafetería. Estoy sentado al lado de un enchufe, pero la Surface está al 80% y mi batería externa podrá cargar mi Note 8 (el móvil más rápido en descargarse del mundo).
(A bordo del tren) Parece que mis andanzas en Valladolid no han terminado. Después de migrar dos aplicaciones al nuevo servidor (tarea que no suele llevar mucho, pero que en este caso sí, ha llevado mucho), de ponerlas en marcha en la red, de actualizarlas y de responder a algunas dudas… tengo que volver para dar un día completo de formación, ya que el tiempo se ha empleado en estas tareas. Menos mal que Valladolid es una ciudad muy accesible y que todo lo tengo a mano, ya que mi cliente está muy cerca de la estación.
Hablando de la estación, la empresa de automóviles SEAT ha montado un puesto de trabajo (mesas con enchufes) y acceso Wifi gratis. Te puedes registrar con un email inventado para que no te bombardeen con anuncios que no te interesan. He aprovechado para mandar un informe de mi actividad, y escribir dos correos de trabajo. Ahora mismo la batería de la Surface está al 64%. Recordad que estado tomando notas con OneNote de peticiones de mi cliente, y usándola en mis viajes y tiempo de descanso.
Ahora, desde mi asiento en el tren, acabo de pasar los datos desde la cámara Samsung Zoom S4 y los he copiado a la tarjeta microSD de 200 Gb que la Surface tiene en su ranura. Si quisiera, podría editar esos vídeos que he pasado de la cámara. Esta es una ventaja de la Surface, importar y manejar esos ficheros con mucha más sencillez, pudiendo editar el vídeo. En el fondo, la Surface es un portátil, no una Tablet, aunque se le parezca. Otra cosa que me gusta es que si por la razón que sea, estoy en un espacio más reducido, basta con quitar el teclado, o bien plegarlo hacia atrás, ganaría espacio, sobre todo si la estoy usando para consumir contenidos.
Por otro lado, la posibilidad de usar mis aplicaciones Windows, algunas de ellas irreemplazables (Audacity, software propietario de mi trabajo) hace que sea muy atractivo moverme con ella. En cuanto al peso, la verdad que no me supone nada pesada, frente a otros equipos (mi querido Lenovo de segunda mano, que junto con su cargador son un peso mayor que el conjunto Surfaca + Pen + cargador).
Toda la crónica del día de hoy la he estado grabando con esa cámara y luego editaré el vídeo para que podáis verlo.
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