La verdad, estoy intentando ser prudente con el tema de Mac. Los que me leéis sabéis que soy un tipo muy sanguíneo y entusiasta cuando descubro algo nuevo, sea Linux, sea Android, o sea los donuts rellenos de dulce de leche (Argentina ¡te quiero!).
Para mí Linux fué un descubrimiento asombroso. Un sistema operativo libre, hecho por usuarios, que he evolucionado desde ser una pesadilla casi imposible de instalar y configurar, hasta ser algo realmente usable y configurado de fábrica en equipos (como la gama Medion, Dell, etc...). Linux sigue mejorando, y sigue facilitando las cosas al usuario. De hecho ese es el camino a seguir: estabilidad, automatización y usabilidad.
Sigo enamorado de Linux, y sigo leyendo decenas de feeds sobre Linux. Pero amigos, tengo que daros una mala noticia: Converso se está haciendo mayor, Converso tiene poco tiempo (varios blogs, varios trabajos, responsabilidades familiares, matrimoniales, y soy miembro activo de una iglesia cristiana). Probé Mac como la gente que fuma: por curiosidad (aprovecho para deciros que es un hábito pernicioso y que puedes sufrir pérdidas de orina nocturnas por sólo mirar una cajetilla). También probé Mac porque buenos amigos, gente a la que respeto mucho y que sabe mucho más que yo me habló de lo sencillo que es y lo estable. Y eso queríamos mi esposa y yo.
Mac no es software libre, es una malvada empresa que quiere ganar dinero, de hecho quiere que TÚ dinero pase a los flacos bolsillos de Steve Jobs, en ese sentido no es muy distinta a los vendedores de drogas en las puertas de colegios, a los tráficantes de armas, o.... Carrefour, Burguer King o las cándidas tiendas de juguetes de Imaginarium. Tienen un producto, una filosofía y gente a la que no llaman amigos, sino clientes.
Y me gusta Mac. Me gusta muchísimo. No llevo ni una semana y me sorprende lo sencillo que es. Me sorprende lo estable que es, la calidad del hardware del equipo. En el tiempo que llevo he editado varios vídeos, he modificado fotos, usado paquetes de oficina, escuchado música, he visto películas, chateado y "videoconferenciado", he comprado entradas para el teatro y mandado correos, un amigo se ha conectado a mi máquina y me ha modificado algunas cosas para que el sistema vaya mejor. Si llego a comprarlo una semana antes hubiera hecho mi declaración de la renta.
Estoy escuchando podcast de Mac y descubriendo cosas increíbles que se pueden hacer. Nadie me ha regalado el Mac, lo hemos comprado mi esposa y yo con nuestro dinero. Ojalá que Apple me lo hubiera regalado (hubiera perdido credibilidad, pero... me da igual), pero no es así. Sí es cierto que me dan teléfonos y cosas así, pero no el Mac.
Entiendo que algunos hayan quedado decepcionados. Puede que pierda lectores. Y puede que algunos pongan mi cara en una diana de dardos. Eso último me atrae bastante. No me importa. Es mi scattergories. No tenemos por qué estar de acuerdo en todo, ¿verdad?. De hecho es bastante más divertido que opinemos diferente, ¡podríamos incluso aprender cosas el uno del otro!.
Puede que hable menos de Linux. Y puede que algunos, por mi culpa se pasen a Mac (ya está ocurriendo), entren en el blog y dejen sus comentarios alabando a Mac y ofreciéndose en sacrificio a Steve Jobs. Eso mosqueará a muchos. También puede que termine con un iPhone. No pasa nada. También puede que dentro de cinco años inventen algo mejor que Linux, Mac y que el té frío de Hacendado, y puede que lo pruebe y me cambie. Y tampoco pasará nada.
Pero, ¿podemos ser amigos? ;-) os dejo este inspirador y lleno de buenos sentimientos:
