Esta alianza no puede venir en un momento más inoportuno, cuando los consumidores empiezan a tener en sus manos el N900, y cuando los desarolladores apenas han comenzado a teclear código y portar paquetes de Debian al Maemo.
Mi primera reacción fué negarlo todo. No, Maemo no puede desaparecer, existe una comunidad muy identificada, además, el N900 es un hardware como no se había visto en mucho tiempo, es la evolución del smartphone al auténtico PC de mano. Ok, pero luego tuve que reflexionar.
Maemo no desaparecerá rápidamente. No sé programar, pero por lo visto no es nada complicado portar paquetes de Debian a Maemo. Esas cosas les gusta mucho a la comunidad Linuxera, por lo que el crecimiento de paquetes en los repositorios es lento, pero constante.
Finalmente Nokia se irá retirando de Maemo, dejándolo en manos de la comunidad. El problema no es ese, el problema es que N900 no hay más que uno, y si deja de fabricarse se irá apagando... a no ser que lo porten a otras arquitecturas.
El artículo da un rayo de esperanza: la compatibilidad entre Meego y Maemo, aunque no sea total, será mucho más fácil compartir aplicaciones entre ambos sistemas, que al fin y al cabo están basados en Debian.
El futuro no es Meego, sino Android. Cada día lo creo más firmemente. Google está arrasando y seguirá arrasando. Este año salen más de cien terminales con Android. Y ahora Nokia, que llega tarde a todos lados, lanza Meego. Tiene dinero así que pondrá en marcha recursos y gente, pero está en desventaja, la desventaja de haber llegado después que todo el mundo.
Sigo alucinando con mi G1. Lo encuentro muy muy útil. La cantidad de software que circula por el Market es impresionante, cantidad de aplicaciones fundamentales gratis. Me encanta Android, a pesar de no ser tan potente como Maemo es un rival formidable, ágil a la hora de adaptarse, y con más y más gente detrás.
Maemo se irá apagando, en breve se le podrá poner Android (buena idea), pero Maemo irá desvaneciéndose, muy poco a poco, porque la comunidad no lo dejará. El N900 se convertirá en uno de esos chismes por los que todos nos preguntábamos: ¿cómo pudieron dejarlo de lado y permitir que desapareciera?. El N900 será en el futuro lo que ahora es el vídeo Beta o la DreamCast, un invento adelantado a su tiempo, superior a todos sus competidores, pero vencido por la confluencia de las circunstancias.