18/3/18

Distopía China y vigilancia ciudadana

La vigilancia ciudadana es un hecho. Nuestros gobiernos oyen nuestras conversaciones, nos observan, y nosotros informamos por Redes Sociales de todo lo que hacemos, qué pensamos, dónde estamos, y con quien estamos. Cada Smartphone es una puerta a la libertad o un regalo envenenado, según se mire. Para nosotros, los amantes de la tecnología, es un mundo de contenidos, una imprenta, un foro de comunicación. Para los Gobiernos, es un dispositivo de vigilancia.

Dependiendo del país esta vigilancia está sujeta a controles legales y judiciales, al menos eso es lo que nos dicen, aunque las empresas que administran nuestras redes bien podrían, como dijo Snowden  pasárselo pipa leyendo nuestro mensajes. En la región de Xingjian en el noroeste de China la distopía ha cobrado vida. Las autoridades de la región autónoma OBLIGAN a instalar una aplicación de vigilancia en los teléfonos de los ciudadanos. De no hacerlo y en un control policial comprueban que no has instalado la misma podrías pasar hasta diez días detenido.

Según Radio Free Asia la razón es el control de la población musulmana. Pero lo dudo. El control de la población es suficiente motivación para un país que se esconde detrás del llamado Firewall rojo, que tiene a controladores militares leyendo foros y mensajes de WeChat, así como a entusiastas voluntarios dispuestos a denunciar a sus conciudadanos. China ha hecho lo que yo adelante en uno de mis relatos (lee el Plan Nauta gratis en este enlace) es decir: ofrecer un mundo de diversiones y comunicación por medio de WeChat, sus propios buscadores y servicios para que no tengan que ir a los brazos de los "imperialistas yankis".

De hecho fue WeChat el que lanzó el mensaje amenazante ORDENANDO que los usuarios se instalaran la aplicación Junwang para detectar en los teléfonos "automáticamente vídeos, imágenes, e-books y documentos electrónicos relacionados con el terrorismo y religiones ilegales". La aplicación LO GUARDA TODO, accesos a redes Wifi, charlas en Weibo, los datos de la SIM, todo almacenado en los servidores gubernamentales.

Ahora es cuando todos nos llevamos las manos a la cabeza, pero lo cierto es que aquí, en Occidente llevan tiempo haciéndolo de manera silenciosa. Y en muchos casos somos nosotros los que lo hacemos de forma voluntaria.

Pero PENSAD EN ESTO: cuando alguien camine por la calle a las cuatro de la mañana y una patrulla policial le pida que saque el Smartphone, si no lo hace o si tiene un Smartphone "libre" será inmediatamente detenido. Por ello la gente comprará Smartphones, los flashearán con ROM´s libres de injerencias gubernamentales y los ocultarán con la habilidad de un traficante. Los policías usarán scaneres detectores, así como perros entrenados para olfatear smartphones (esto no es elucubración, en cárceles de EEUU ya hay perros con ese entrenamiento).

Mientras tanto, en lo que llamamos Occidente ese software espía vendrá de serie, nos dirán que es un software de seguridad que nos protege, que si nos roban nos ayudarán a encontrar al delincuente, que ayudamos a luchar contra el terrorismo, por lo que los conspiracionistas y los amantes de la tecnología libre usarán sistemas operativos propios, versiones de Linux hechas por la comunidad. ¿Os parece raro?, no tiene ni pizca de rareza.