
Siempre lo hemos creído, lo que no entendemos es por qué los gobiernos son tan tímidos a la hora de acelerar el proceso de incorporación a la red de cada ciudadano. En los EEUU han hecho un estudio que demuestra precisamente eso, que la banda ancha potencia el crecimiento económico, la prosperidad y el ahorro.
El estudio titulado "
The Connected Nation study" cree que dotar a la población de banda ancha crearía 2.4 millones de empleos, lo que supondría 94 millones de dólares en salarios, con su beneficiosa repercusión en el consumo y por tanto en la economía, además de un ahorro de 664 millones de dólares en gastos sanitarios por atención domiciliaria.
Como base se ha tomado la experiencia de un condado de Kentucky (buen pollo frito, sí señor), que en su momento no fué precisamente la primera en adoptar la extensión de la banda ancha, no obstante, después de dotar de infraestructuras para el acceso de la población los beneficios económicos no tardaron en llegar, más empleos, un ahorro de media de 200 dólares por persona en atención sanitaria, y cada residente dejó de usar 100 horas menos el coche al mes al poder hacer gran cantidad de gestiones online.

Las evidencias son incuestionables, y si bien es cierto que dependiendo de la población en algunos sitios tendrán necesidad más urgentes (agua potable, por ejemplo) la incorporación en la red no sólo traerá beneficios económicos y un gran ahorro para los Gobiernos (e-administración, agilización de trámites burocráticos), sino en la educación, hoy en día un estudiante además de perder el tiempo en internet tiene una fuente de información e interacción incalculable, un profesional también, médicos con acceso a redes de datos de medicina, profesionales de la informática que siempre estamos accediendo a artículos y tutoriales, abogados que consultan bases de datos de jurisprudencia, o un pobre soltero que busca una receta de cocina sencilla. Internet es conocimiento y eso es poder.
Otro aspecto que me preocupa especialmente es la gran transformación social que podríamos disfrutar, de un modelo democrático tradicional, basado en la televisión (no nos engañemos) con su capacidad de manipular y anular el diálogo, a un proceso de e-democracia, con la participación activa de los ciudadanos en la vida y el debate político, propuestas, interacción con candidatos (Youtube ha abierto un canal para preguntar a los políticos), foros, acceso a programas políticos, etc... en definitiva, una democracia que sea un verdadero foro de intercambio de ideas y propuestas.
Esta semana me dió alegró leer que Brasil pasa a ocupar la
quinta posición como compradores de ordenadores con unas ventas cercanas a los 11 millones de equipos. Esto es sin duda un claro síntoma de la marcha ascendente de su economía, así como de su modernización. No en vano están celebrando una
Campus Party con una repercusión impresionante (¿se cumplirán las predicciones de Converso en su
relato futurista sobre un chico brasileño fan de la tecnología?). A ver si nuestros gobernantes entiende que el progreso y el avance tecnológico van de la mano.