9/4/15

Refugiados de cibercafés


Japan's Disposable Workers: Net Cafe Refugees from MediaStorm on Vimeo.


"Refugiados del cibercafé" (ネットカフェ難民 netto kafe nanmin) es un corto del director Shiho Fukada que relata la vida en un cibercafé (Net café), pertenece a una serie titulada "Trabajadores desechables en Japón" y en el corto podermos ver a dos personas diferentes, un hombre jóven que trabaja como vigilante, ambicioso, pero que no se puede permitir pagar la entrada para una vivienda, y la de un salary man, agotado, acosado por un jefe tirano, quien cae en una depresión y decide dejar su trabajo como administrador de sistemas, sus esclavistas horarios de trabajo y su monotonía.

Tras la recesión de los 90, muchos jóvenes no pudieron encontrar trabajo, por lo que cayeron en trabajos de media jornada, que no les permitían tener acceso a una vivienda. Los cibercafés, lugares donde pasar la noche con internet, video juegos, o una biblioteca de Manga, pronto comenzaron a ofrecer toallas limpias, bebidas, taquillas, y duchas. 5.400 personas los usan como vivienda, 60.000 los usan para pasar la noche.

Con un precio de 1000 dólares al mes (tened en cuenta que los precios allí son más caros), han dado lugar a una nueva categoría de "homeless", los "cyber-homeless".

Según los datos del gobierno japonés la mayoría de los que lo utilizan son hombres, y en buena parte se usan en áreas urbanas como Tokyo.

Personalmente tenía una idea bastante idílica de este tipo de establecimientos, y aunque no renuncio (algún día) en visitarlos y pasar una noche (o más) en alguno de ellos, al parecer se han convertido en albergues modernos, más que en lugares de ocio.

Hace unos años, cuando las conexiones eran escasas y malas (en España, claro) aquellos sitios me parecían santuarios de la tecnología, Campus de nómadas digitales pertenecientes a una subcultura hacker que hace de la red su patria. Lo sé, no siempre soy realista, mis relatos como McWifi abundan en esta idea. Quizás, en unos años, cuando la vivienda siga sin bajar de precio, y si (por desgracia) el desempleo no desciende, veamos a legiones de jóvenes desmotivados con el mercado laboral, que han descubierto una nueva forma de hippismo, personas que han descubierto cómo vivir con poco, renunciando a los grandes gastos (vivienda, automóvil, vacaciones) pero sin renunciar a la tecnología, en un mundo en el que quizás la conectividad sea tan abundante como el agua corriente.

Veremos a estos jóvenes, no agrupados, sino dispersos en nuestras ciudades, buscando los climas cálidos, como aves migratorias, ligeros de equipaje, con Smartphones, surcando los océanos de datos de acuerdo a las corrientes de banda ancha, durmiendo en parques, locutorios, y quizás, en los cibercafés europeos. Algunos trabajando en empleos a media jornada, que les permiten disfrutar de su estilo de vida, y disponer de tiempo libre para..... todo lo demás.

(Agradecimientos a Raúl Aguilar por la recomendación)

Puedes leer:

El cibercafé más alto del mundo.
Tom Sepa, un nómada digital.
Net cafe Nanmin (inglés).