Vuelvo a Madrid en el tren, curiosamente este sí tiene acceso a Internet así como una especie de servidor de contenidos, películas, series, e incluso libros y revistas. Creo que es el camino a seguir, una especie de “Bring your own device” en el que el cliente (usuario de Renfe) pone su Tablet/ Smartphone / portátil, algo que se ve a menudo en estos viajes, y Renfe pone los enchufes, el servidor y el acceso a la red, para que el disfrute de contenidos no tenga interrupciones el servidor viaje en el tren. Buena idea.
Pensando en mi (esperado) permiso de conducir, veo que en estos desplazamientos, hacerse 6 horas de coche frente a las 2 horas y poco de ida, hace que no valga la pena jugarse la vida y darse el palizón cuando hay medios como el tren en buena parte de los destinos. Lo cual no quita que espero disfrutar de un viaje largo en coche para poner en práctica mi (ahora futuro) carnet.
Para este viaje me he llevado el iPad Pro de 10 pulgadas y no he necesitado más. He terminado un artículo para una revista cristiana en la que colaboro con una sección fija, y he leído lo que me traigo entre manos. De hecho los chicos de Amazon me han hecho una oferta: Kindle unlimited durante tres meses gratis (luego de pago), eso me permitirá ver la cantidad y calidad del catálogo de libros (y cómics) de Amazon.
Descargo un par de cómics y los leo. Lo cierto es que uno de ellos “Doble sentido” era uno de esos cómics de autor que tenía ganas de leer. Se me hizo extremadamente corto, casi me alegro de no haberlo comprado.... me hubiera sentido decepcionado (aunque la historia está bien), pero ¡es tan corto!. A mi alrededor lo que abundan son las pantallas, creo que no hay un solo libro en papel (árboles muertos) en todo el vagón. Se están descargando tres cómics, creo que es el límite de libros que puedes descargar. Me parece que por aprovechar esta suscripción voy a hacer un uso intensivo de la lectura. De hecho, por la influencia del podcast de Chiringuito digital estoy esperando el Kindle Oasis de 32 Gb Wifi con una funda Moko. Debería llegar mañana.
Los dispositivos de lectura e-reader de tinta electrónica no llevan tanto tiempo. Recuerdo a raíz de unas navidades cuando ya vi por el Metro a mucha gente estrenando su e-reader. El primero que compré lo terminamos regalando a mi madre, quien es una lectura voraz como pocas. Recuerdo leer un artículo que decía que en Rusia estos chismes son muy populares, por un lado los rusos son personas muy lectoras, y por otro los libros son caros en ese país. Sigue mi viaje, voy a seguir leyendo uno de los nuevos cómics, son las 21:04 y estamos llegando a Madrid.