21/6/18

Un día sin Internet

Caos en la oficina. Desde el día de ayer a las 17:30 estábamos sin Internet en el edificio de oficinas donde trabajo. Nada. Ni Wifi ni cable. Algunos adelantaron su hora de salida ante la imposibilidad de seguir trabajando. Hoy la situación era aun peor, tampoco había teléfono, la centralita es de voz sobre IP. Y entonces comenzaron los nervios.

A las diez de la mañana ayudé a dos “vecinos” a conectar sus equipos compartiendo datos desde sus teléfonos móviles (todos iPhones). Nadie sabía cómo hacerlo. Nadie. A las diez y media, una abogada que tenía que entregar un requerimiento (vía email). La tensión era tal que me dijo: “es tal el stress que tengo que me ha vuelto a bajar la regla”. Antes de las once una empresa que edita una revista online mandó a todos sus empleados a trabajar desde casa. Un analista francés, que está conectado continuamente a un servidor en tierras galas llevaba desde ayer consumiendo datos de su conexión 4G.

En mi caso, al disponer de gran cantidad de datos (móvil de empresa y 25 Gb de mi línea personal de Vodafone) no tuve problemas, y eso que tú de que conectarme a Dropbox para descargar un volumen grande de ficheros de una base de datos. Al parecer la incidencia ha sido masiva. Buenos amigos de la Isla me comentaban que no sólo Madrid, sino otras grandes ciudades estaban teniendo cortes de conexión.

A la hora de comer tuve una clase doble de conducir. Juanjo, mi profesor, me decía que estaban teniendo problemas con las líneas móviles y con la conexión de la oficina. Hoy en día nuestra dependencia de la red es casi total. Perdón, es total. Los abogados escriben documentos y mandan emails a los procuradores, y usan un servicio en la nube llamado LexNet para gestionar la documentación. Los comerciales mandan presupuestos online. Los administradores de sistemas... bueno, todo lo que hacen es vía red. Los brokers, más de lo mismo. Las asesorías usan aplicaciones en la Nube, además de enviar constantemente documentación a sus clientes, o enviar los impuestos y cotizaciones a las administraciones.

Lo que me cuesta trabajo entender es por qué un profesional como un abogado no tiene una tarifa de datos para a) usarla como conexión principal, o b) usarla de refuerzo por si falla su conexión. Algo tan sencillo como el Tethering (que conocemos todos los Meeks) los Mifis, los router con SIM (como el de Amena en casa). Todo eso son soluciones que ellos deberían conocer y manejar. Esta gente necesita un asesor técnico como el comer, y no tanto un dependiente de una sección de informática (los habrá valiosos, pero no siempre tienen los conocimientos).

Más batería

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Esta mañana he hecho el uso más intensivo de mi teléfono en mucho tiempo.

Como podéis ver han sido unas cuantas horas, al tener un viaje largo, hasta el punto de que antes de las 14 hrs me quedaba un 7%, 3 horas de pantalla y 12 minutos.

No, el problema no son los datos. Vodafone ha mejorado las condiciones, 25 Gb, Video Pass (tarifa plana en Youtube, Netflix, HBO y otras) Social Pass y Chat Pass (es decir, tarifa plana en aplicaciones de mensajería y RRSS, así como en Periscope).

Además hoy he descubierto al leer en la app de Mi Vodafone que tengo una SIM adicional sin coste, lo que quiere decir que puedo meterle la SIM a la tablet Huawei y usarla a discreción.

Es una pena que un equipo como el Note 8 tenga una batería TAN escasa. En comparación mi querido Xiaomi Mi Max 2 es una bestia inagotable, un correcaminos infatigable de las autopistas de datos.

Me he hecho bastante al Note, me encantan sus cámaras, y me he terminado haciendo a su pantalla tipo mando a distancia. Pero la batería es un verdadero castigo, para el uso que le doy, días como hoy debería haber llegado al 50% (con un iPhone, quizás), pero no hasta llegar a la extenuación.