Llegó el frío a Madrid. Personalmente tengo dos indicadores de frío polar, el primer indicador es: dolor de orejas, si las orejas te duelen a rabiar es que hace un frío de consideración. El segundo indicador es: ¿llevar gorro durante el desayuno es agradable?, si la respuesta es sí, entonces hace frío siberiano. La casa amanece con 15 grados, yo soy de los que me levanto más temprano para disfrutar de un desayuno señorial, con mi portátil y mis tostadas. Like a Sir. Hoy me he tenido que poner el mismo gorro que llevaré en la calle, ahí fuera, sobre las dunas de hielo y ventisqueros (ok, ok, soy un exagerado).
¿Habéis leído mi crónica en mi viaje a Valencia?, eso espero, porque pienso darle a Vidas en red ese aire que tenía en tiempos pasados, antes de que mi etapa de colaboración en MÁSMÓVIL requiriera de mis mejores esfuerzos. Por cierto, dentro de poco (muy poco) veréis un nuevo relato colaborativo que estoy escribiendo con el amigo Arkaitz. Pasad buen día, abrigaos, acaparad armas de fuego y comida, no confiéis en nadie, evitad a los caminantes.
