Una hora navegando por sitios de noticias cubanas te da una idea de la desesperación y desencanto de los internautas cubanos por un país que se niega a ofrecer concesión wifi a internet. Los precios de conexión a través de los clubes de computación son tan abusivos que los convierten en una opción casi imposible, a no ser que se quiten de comer ese mes.
Eso les lleva a lanzarse sobre cualquier noticia que traiga un poco de esperanza, como que Etecsa iba a ofrecer conexión inalámbrica en La Habana, noticia desmentida desde el diario Granma. A continuación, un conocido escultor afín al régimen, quien dispone en su casa de una conexión de 2 Mbps ha abierto la red Wifi, haciendo que en los alrededores de su domicilio haya gente incluso de madrugada ( un tipo se paso 16 horas conectado, sin moverse de allí).
Eso me hace recordar cuando en España no teníamos tarifa plana, y un gobierno (socialista) dijo que nunca la tendríamos porque el sistema telefónico no estaba preparado. En esa época comprábamos carísimos bonos por horas de conexión. Era un sueño disfrutar de una tarifa plana. Hasta que un día, la compañía Retevisión sacó una tarifa semi plana, la llamábamos "ondulada" porque era desde las seis de la tarde a las ocho de la mañana, y todos los fines de semana. Antes de que se hiciera pública la voz corrió rápidamente y yo la contraté el mismo día que estaba operativa. Supongo que no fui el único, tal era nuestra desesperación.
Leo a menudo noticias sobre Cuba, y vivo casi con la misma ilusión el momento en el que ellos puedan tener wifi, no solo en la Habana, sino en toda la isla. Los cubanos lo merecen, tienen derecho a ello.