Día de configuraciones tecnológicas

Hoy quiero hablaros de mi madre. Ella es, a su modo, una nómada digital. Aunque es andaluza, vive en Reino Unido, con uno de mis hermanos (la mitad de mis hermanos vive allí). Eso sí, ella no habla nada de inglés. Con todo, es una mujer muy activa, tiene un lector de libros en tinta electrónica y devora libros a un ritmo que dudo que yo alcance alguna vez, tiene portátil, y desde hace más de un año tiene un iPad que va con ella a todos lados.

Sé que gente muy reconocida como Arturo Goga dice que el tablet tiene los días contados, pero no es cierto (como ya comenté en mi podcast). Mi madre no iba con el portátil a todos lados, pero sí va con su iPad a todos lados. Está conectada e informada, y sobre todo, el iPad le sirve para hacer vídeo conferencias con todos sus hijos.
La vecina de al lado, con quien mantiene muy buena relación le ha dado la contraseña de su router, de esa manera mi madre tiene una excelente conexión. Esta tarde le he estado enseñando algunas tareas básicas con su iPad, luego ha llamado desde Birmingham una de mis hermanas, y he terminado activándole su cuenta de Wuaki TV, ya que desde UK mi madre consume series y películas, y Wuaki le ofrece la posibilidad de ver bastante material por muy poco dinero al mes.

Por último he terminado configurándole su Windows Phone (sí, tiene un Lumia que está bastante bien, pertenecía a una de mis hermanas, que aunque le encantaba, terminó cansándose por la falta de software, ahora tiene un Moto G). Aunque el Windows Phone tiene una SIM británica, lo he conectado al Wifi de la amable vecina, y le he instalado WhatsApp (mi madre no sabía que eso se podía hacer). Y con eso mi madre al dado el salto a la comunicación móvil (odio WhatsApp, pero en España está muy extendido, por desgracia).

Pero no penséis que mi madre está a la última, en España mi madre necesita línea de teléfono, para ello tiene un móvil muy básico, de los antiguos, tipo concha, sólo lo usa para hacer y recibir llamadas. Uno de mis primos le sacó una SIM de Jazztel. Ella estaba con Simyo (y muy contenta por cierto) pero Simyo cambió su política de desactivación de SIMs, y a los 4 meses sin recarga ni movimientos pierdes el número. Y mi madre lo perdió. Lo bueno de las condiciones actuales es que puedes tener una SIM con llamadas muy baratas por muy poco dinero y en el instante.