Soy un vagabundo por elección, entregué mis pertenencias en los Angeles y me trasladé a París. Mi visa de turista ha caducado. Aunque no debería estar aquí sigo trabajando cuando quiero. Si me apetece conectar con alguien, quejarme a las oficinas del Metro de París para quejarme de un billete defectuoso, simplemente me conecto al Wifi de un McDonalds.
El ordenador portátil y el iPad también son útiles para otras cosas, suelo hacer de DJ en algunas fiestas con el iPad, o para trabajar en mi libro sentado en un parque, o para hacer llamadas de Skype o Google Voice. Con Skype, Google Voice y otras aplicaciones para el iPad no tengo que pagar por mis llamadas internacionales o mandar SMS desde hace meses. Gano algo de dinero con Google Ads, trabajo en la red, soy escritor freelance, con ese tipo de ingresos no paso hambre. Sin mi portátil esto no sería posible.
Para mi iPad uso un cargador solar, conseguí uno en Craiglist cambiándolo por un viejo mp3 que alguien necesitaba. Para mi portátil uso los enchufes que encuentro en McDonalds, a los empleados no les suele importar que me conecte a la red eléctrica. Por otra parte, tanto el iPad como el MSI Wind tienen magníficas baterías, sólo necesito ir a cargarlos cada tres o cuatro días.
Esto nos lleva al tema de las compras. Existen tarjetas VISA recargables, las uso a menudo porque me beneficia el tipo de cambio o por si me pagan en efectivo lo pueden hacer en cualquier cajero de la ciudad, o en un Virgin Megastore.
Además, no tengo teléfono móvil. No lo necesito. Hay muchas personas sin hogar en los Ángeles, bajo el pelo largo llevan auriculares Bluetooth y parece que hablan solos.
Uso el iPad para Skype, también tengo Google Voice... París tiene Wifi gratis en prácticamente cada parque. Si la gente me quiere contactar cuando estoy lejos del Wifi, mala suerte. Escogí este estilo de vida porque no quiero estar a merced de otras personas, ni andar perdiendo el tiempo. Así que le devuelvo la llamada a la gente que me interesa.
La ventaja de llevar tanto el iPad como el portátil es la flexibilidad, y francamente, después de haber trabajado una temporada con el iPad, su recepción de Wifi apesta. Añado que ambos ocupan muy poco, ambos se encuentran en una bolsa que llevo siempre a mi lado. Les acompañan mi cepillo y mi mechero Zippo.
Reacciones de la gente. Lo interesante es que París es una ciudad muy amigable con la tecnología. He conocido a un montón de gente que me ha preguntado por el iPad, me interesa ver las reacciones que tienen cuando les cuento la manera en la que vivo. Al menos cuando ven el gadget me ven más como una persona que como un adicto que les va a robar la cartera. Es todo psicología.
El portátil me da cierta credibilidad. Escribo para ganarme la vida, y aunque ha sido duro los últimos meses, es mucho más profesional enseñar mi trabajo en la pantalla que en un viejo cuaderno escrito. Aún así conservo mi cuaderno.
Libre como un pájaro. Finalmente, como mucho de lo que hago es en movilidad debido a mi conexión de Internet, realmente no necesito una casa. La gente como yo tiene una cosa en común, les llaman viajeros permanentes.
Viajamos por el ancho mundo haciendo autostop, trabajando en nuestros portátiles. Nos verás en cuclillas, debajo de puentes, en parques, o en albergues. Eso quiere decir que estamos catalogados como personas sin hogar, ¿no es genial?, cuando aprieta el invernos viajamos al sur. Hice autostop al sur de Francia la semana pasada, he pasado mi tiempo en las playas de Cannes y Niza. Quizás en dos semanas esté en Londres. Es una manera interesante de vivir. ¿Qué las cosas se ponen difíciles?, ¡emigra!.
Para muchos la definición de "sin techo" implica estar loco, desaliñado, sucio, hecho un desastre. Hacerse con un portátil no es difícil, tener una casa en estos tiempos sí. ¿Por qué no lo intentas?, prueba y en unos días me cuentas qué tal te va.
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Importante. Este relato no es creación mía, lo saqué de Gizmodo e hice una traducción bastante libre.
Referencia original: https://gizmodo.com/5661472/im-homeless-and-this-is-why-i-have-an-ipad