Llevar un MacBook Pro en la mochila

 LLEVAR UN MAC COMO PORTÁTIL DE MOCHILA

Cuando salgo de viaje llevo dos mochilas, una de ellas es mi mochila Targus, la segunda que he comprado, es gran, con mucho espacio y pesada. Esa mochila la llevo todos los días al trabajo, también viene conmigo de vacaciones, en ella llevo (en este viaje a Segovia): la SurfacePro8, el MacBook Pro M1 Pro, el iPad mini, mi estuche de cables, un bullet journal, un estuche con rotuladores de colores, una batería externa Anker, dos lámparas led, cargadores varios, un cuaderno normal, la grabadora de sonido inalámbrica, una navaja suiza, unos auriculares de cable... llevo más tecnología, pero eso va en la maleta: tensores de gomas para entrenar, cargador del Mac, regleta eléctrica. 

La segunda mochila que llevo es del Decathlon, modelo Quechua, una franquicia de tiendas de deportes muy popular en este lado del mundo. La mochila es ligera, si bien tiene en su interior un bolsillo acolchado para guardar portátiles que le aporta un poco de protección, no tanta como la Targus, claro. Pero lo bueno es que en la mochila Quechua llevo: el lector Kobo de mi esposa, el iPad mini, el MacBook Pro, mi estuche de cables, la batería externa Anker, una botella de agua, un cuaderno, las carteras, el Redmi Note de mi esposa, auriculares y la navaja. 

Podrías pensar que el Mac es un equipo pesado para llevar en movilidad, pero no es así:

1. Obviamente un MacBook Air es más ligero y compacto, pero el MBP (MacBook Pro) no se hace NADA pesado a pesar de estar construido en aluminio. 
2. Es resistente, el equipo es sólido y me da mucha seguridad llevarlo en la mochila.
3. No necesito llevar cargador.
4. No se calienta. Por desgracia muchos equipos Windows, incluida la Surface se calientan cuando la guardas en el interior de la mochila, la Surface Pro X no, tampoco los Mac, se mantiene frío y en estado de reposo, sin consumir casi nada de batería ¡aunque pasen días!
5. Lo abres, lo usas, lo cierras: como si fuera un iPad. 

Una máquina de escribir. Este es para mí un argumento definitivo: poder escribir tumbado. Con el iPad o con la Surface sencillamente no puedo escribir tumbado, y no me refiero a usar el teclado táctil, no. El iPad si acaso podría estar apoyado en mi pecho y escribir en una posición que no me permite ver las teclas, la Surface no permite sostenerse apenas, en invierno he conseguido que se apoye un poco pero no mucho tiempo, en cambio el MacBook por su tamaño se puede sostener si tienes las piernas cruzadas. Es ideal porque a veces uno está harto de la silla. 

Esta mañana he llevado el Mac en la mochila en nuestra ruta por la mañana, he sacado el Mac en una cafetería donde hicimos una pausa, y en una biblioteca donde estuvimos cómodamente, mientras mi esposa miraba un libro yo estuve dándole a las teclas. 

Comencé usando Notability, y funciona muy bien, pero he terminado pasando a Pages por un error de Notability a la hora de escribir (el cursor se desplazaba donde quería y no tecleabas donde se suponía que estaba el cursos, un caos que se solucionaba al salir y entrar de la aplicación, pero las ventajas principales:

1. Pages es ligero.
2. Pages me permite insertar fotos de manera muy cómoda.
3. Pages integra muy bien con iCloud y lo puedo consultar con el iPad o añadir algo de manera sincronizada. 
4. Pages tiene marcadores que permiten “Outlinizar” el texto, es decir, hacer una estructura esquemática muy intuitiva. 
5. La navegación y el desplazamiento en un documento largo de Pages es muy muy suave. Añadir marcadores es más sencillo que crear un esquema en Word, y por otro lado, al tener menos opciones que Word todo es más sencillo.

¿La portabilidad es una Tablet? No estoy del todo seguro. Con la edad la vista comienza a fallar y agradezco una pantalla grande. Pero sobre todo, para mí el concepto de “máquina de escribir informática” es esencial. Quizás de todos los aspectos el de máquina para escribir- procesador de textos es la opción más valiosa de mi equipo, me encanta producir textos y que esto sea cómodo es esencial. 

Durante mucho tiempo usé el Mac como máquina para editar vídeo. En otros periodos sí que lo usé para trabajar preparando mis charlas, escribiendo, o incluso usando el Mac como pantalla con la que dar la charla.