Vuelve la Surface. Estoy en San Lorenzo del Escorial, pequeña escapada de un día para comer por aquí y ver una obra de teatro. El hotel en el que estamos está muy bien, buen precio, habitación cómoda y buen wifi. Si bien es cierto que, a parte de navegar por mis feeds y ver algún vídeo, no he hecho uso intensivo de esta red. Mi esposa está con Pepephone y aunque su tarifa es limitada, los Gigas se le acumulan de un mes para otro, nunca los consume.
En el coche he aprovechado para repasar las notas de mi charla de mañana. Y ya de noche, en la habitación he capturado vídeos con OBS (de las dos cámaras de la Surface, y de mi pantalla), para posteriormente editarlos con Clipchamp y subirlos a Odysee. La conexión del hotel se cayó unos minutos (parecía que el router se había reiniciado), así que me conecté a otra Wifi, la del Ayuntamiento de El Escorial: una castaña, metes tu número de teléfono y te mandan usuario y contraseña por SMS. Ni siquiera pude cargar el test de velocidad, ¿qué sentido tiene un Wifi público en esas condiciones? y más con las tarifas actuales, mi esposa paga 7,90 Euros al mes por llamadas ilimitadas y 9 Gb acumulables, lleva 17 Gb por consumir en su “bolsa” de datos.
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